Carlos Barro, ayer, en Gijón. JUAN CARLOS ROMÁN

«El problema en Duro Felguera no son los trabajadores, sino la mala gestión»

Carlos Barro Presidente del comité de empresa de Duro Felguera«La empresa lleva todo el año anunciando nuevos inversores, pero llegamos a septiembre y lo que nos encontramos es un ERE»

MIRIAM SUÁREZ

GIJÓN.

Jueves, 29 de septiembre 2022, 01:20

A Carlos Barro, presidente del comité de empresa de Duro Felguera, la próxima semana se le presenta con curvas. A partir «del miércoles o jueves», ... está previsto que comiencen las negociaciones del despido colectivo anunciado para cuatro sociedades del grupo empresarial, al que, ya de partida, «no le vemos ningún sentido». Y más cuando la dirección de la compañía negocia la entrada de «inversores industriales estratégicos» y la contratación de más proyectos.

Publicidad

-¿Cómo están los ánimos?

-Bajos. Que se anuncie un despido colectivo es un golpe. La empresa lleva tiempo anunciando una reestructuración organizativa, sin hablar de la aplicación de un ERE. Aun así, teníamos la mosca detrás de la oreja porque, no nos vamos a engañar, la situación de la empresa es la que es.

-¿Y cuál es?

-Complicada. Duro Felguera no se ha gestionado adecuadamente y las sucesivas direcciones de los últimos seis años no han sabido revertir su deterioro. Aquí el problema no son los trabajadores, sino la mala gestión financiera.

-¿Siguen sin saber a cuántos trabajadores va a afectar la regulación de empleo prevista?

-Solo sabemos que afectará a cuatro filiales del grupo, que tienen un total de 600 trabajadores. El plan de viabilidad que se presentó en la SEPI hace año y medio -cuando se rescató a la empresa con una aportación pública de 126 millones-, contemplaba 200 trabajadores menos. Pero mediante despidos incentivados, jubilaciones y la no renovación de contrataciones temporales. Es que si el despido colectivo afecta finalmente a 200 trabajadores sería la hecatombe.

Publicidad

-¿Ese plan de viabilidad y los 126 millones aportados por los gobiernos central y autonómico han caído, entonces, en saco roto?

-Hay que decir que esos 126 millones salvaron la empresa y sin ellos ahora mismo no estaríamos hablando de Duro Felguera, porque estaría cerrada. Esas ayudas no cayeron en saco roto porque permitieron ganar tiempo a la empresa y conservar unos puestos de trabajo. Otra cuestión es que los responsables que dieron esas ayudas -gobiernos central y autonómico- tendrán que mirar cómo se gastó y si se hizo adecuadamente.

-Duro Felguera acaba de anunciar que «próximamente» se ampliará capital para dar entrada a nuevos inversores. ¿Qué opina?

-Lo de anunciar nuevos inversores viene de muy atrás. Primero iba a ser en abril; luego, antes de junio; y en la última junta de accionistas, la presidenta de Duro Felguera aseguró que la situación había mejorado mucho y podían elegir novia. Pero la situación no debía ser tan idílica cuando llegamos a finales de septiembre y nos encontramos con un ERE. La llegada de un socio o socios que den estabilidad financiera a la empresa sería una buena noticia si hay un plan de viabilidad real. En cualquier caso, dudo de que su incorporación sea inmediata. Nos llevan diciendo todo el año que las negociaciones están muy avanzadas, pero seguimos esperando y nosotros ya tenemos el ERE encima.

Publicidad

-Pero, con o sin nuevos socios, el expediente de regulación de empleo sigue adelante.

-La verdad es que no entendemos nada. Por un lado, la empresa anuncia nuevos inversores y asegura que se están intensificando las contrataciones. Y, por otro, quieren mandar a la calle a no sabemos cuántos trabajadores. ¿Con qué gente piensan ejecutar esos contratos? Llevamos seis años con una cúpula dimensionada y resulta que no sobran directivos, sino trabajadores. Un ERE no es la solución, porque le quitaría valor a Duro Felguera, donde ya hubo una fuga masiva de profesionales que marcharon en busca de un futuro más claro.

-El martes, sin embargo, remontaba en Bolsa al comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que hay un proyecto de futuro para la empresa.

-Ahí entran muchas campañas publicitarias, mucho juego político y hasta ingeniería financiera. Supongo que la empresa tiene que dar una imagen de que esto tiene solución y va a salir adelante. Necesita dar la sensación de estabilidad, aunque todas esas bajadas y subidas, al final, pueden generar incluso problemas de credibilidad para la empresa.

Publicidad

-La próxima semana se constituye la comisión que negociará el despido colectivo. ¿Cuál será la hoja de ruta del comité de empresa?

-Hasta que la empresa no nos presente lo que tiene previsto hacer, no hay hoja de ruta. Primero tenemos que informarnos, estudiar las justificaciones que nos den y ver si tienen un plan de viabilidad real. Luego, tomaremos las decisiones que procedan. Desde la primera reunión, tenemos un plazo de 30 días para resolver el expediente de regulación de empleo.

-¿Se barajan movilizaciones?

-Estamos dispuestos a la movilización, sí. Aunque, de momento, no nos han concretado cuál es el alcance del ERE que pretenden y, por tanto, todavía no podemos hacer ningún planteamiento.

Publicidad

-Esta semana se reunían en la Junta General del Principado con todos los grupos políticos. ¿Qué pueden hacer los partidos por ustedes?

-Pues presionar a quienes toman las decisiones políticas. Aunque no nos gustaría que este asunto se utilizase como arma arrojadiza entre unos y otros para ganar votos.

-¿Y el Principado? ¿Tiene margen para actuar?

-Puede hacer presión a los bancos. Uno de los hándicap que tiene la empresa, más allá de la guerra de Ucrania o el encarecimiento de las materias primas, es que los bancos no dieron avales para optar a proyectos. Y sin proyectos, la empresa no puede vivir. Por tanto, habrá que hacer presión en ese sentido.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

6 meses por solo 9€

Publicidad