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Martes, 5 de noviembre 2019, 02:53
No hay un solo analista que haya mostrado sus reticencias a la adquisición de Air Europa por parte de Iberia, ni tampoco ninguno ha dejado de reconocer los efectos que para el cliente puede tener en una situación de control del mercado. A ... IAG, la matriz de Iberia, la compra le permite posicionarse en un mercado en el que cada vez es más complicado mejorar los beneficios. Pero al consumidor le expone a una volatilidad en los precios a la que solo unas condiciones estrictas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) pueden ponerle coto.
El repunte bursátil registrado ayer (un 1,1%) le permite mirar hacia los 7 euros por título, aunque todavía cotiza con una caída del 8,5% desde que comenzara 2019. Para Andrés Aragoneses, analista de Self Bank, la compra de Air Europa «tiene sentido estratégico» en un entorno marcado por «la ralentización» y la «sobreoferta de asientos en Europa».
Detrás de este gran movimiento subyace la situación en la que vive el sector de las aerolíneas. Javier Molina, portavoz de Etoro, apunta que «todo lo que se pueda concentrar se hará porque es la única forma que tienen para reducir costes».
La otra cara de la moneda la notarán los clientes. Con una empresa que controlará más del 70% de los vuelos nacionales «puede haber un riesgo de falta de competencia», explica Javier Molina. Los expertos no descartan que la CNMC imponga condiciones de salida de algunos mercados a la firma resultante «ante el peligro de monopolio que ponga en juego el libre mercado».
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