La línea de galvanizado parará varias veces entre los días 7 y 11 de este mes

Las plantas de Gijón y Avilés arrojan «pérdidas importantes» y las previsiones para el cierre de este ejercicio y para el próximo no son nada optimistas. Es por eso que la multinacional reitera la necesidad de contener los costes, entre ellos los salariales, y también en implantar nuevas paradas en todas sus líneas de aquí a final de año que se sumarán al recorte de 700.000 toneladas planteado en mayo y a la parada indefinida del horno alto 'B', que comenzará en noviembre y que por cada mes que se mantenga reducirá la producción en 100.000 toneladas.

Por lo pronto, el domingo paró por tercera vez en una semana el tren de alambrón y está previsto que el de chapa gruesa deje de producir mañana y pasado. Además, la siderúrgica llevará a cabo varias detenciones en la línea de galvanizado entre el 7 y el 11 de octubre. El resto de paradas no están aún claras, aunque la empresa pretende aprovechar las reuniones de la negociación del convenio para «discutirlas» con los representantes de la plantilla.

Los encuentros en este ámbito continúan desarrollándose sin grandes avances. «La cosa va muy lenta», sostienen fuentes sindicales. Y es que las posiciones entre ambas partes continúan «muy alejadas». Mientras que la empresa insiste en una congelación salarial para el presente ejercicio y el próximo y en una subida conforme all IPC real para 2021, los sindicatos se mantienen firmes en su planteamiento inicial de incrementos superiores al IPC con aumentos del 1,5%, 2% y 2,5%, respectivamente.

El desacuerdo en materia salarial es el principal escollo a salvar en el convenio asturiano, al igual que lo fue en las negociaciones fallidas del Acuerdo Marco. Y por el momento, las distancias entre Arcelor y los representantes de la plantilla parecen insalvables, máxime teniendo en cuenta los últimos anuncios lanzados por la empresa sobre la situación de las factorías asturianas.