Garamendi: «Que Indra se instale en Asturias en pleno rearme europeo es un buen comienzo»

Que Indra tenga Asturias en el punto de mira para aumentar su capacidad productiva en defensa también es «un buen comienzo para las pymes. Cuando hay una gran empresa tractora, el tejido industrial y de servicios se ve afectado positivamente y el empleo, de calidad, también», ha manifestado en declaraciones a los periodistas.

A su lado, la presidenta de los empresarios asturianos, María Calvo, se ha referido en términos similares, como ayer lo hizo para EL COMERCIO. «Es un anuncio muy positivo. Está claro que la industria de defensa está llamada a cobrar más importancia en España y en Europa, y es una buena noticia que Asturias esté bien posicionada en este nuevo impulso. Además, aporta tranquilidad a Duro Felguera y a los trabajadores de El Tallerón, aunque aún falta por ver los términos en los que se desarrolla la operación».

El anuncio del presidente de Indra, Ángel Escribano, da idea, en opinión de María Calvo, de que «Asturias tiene potencial y es un lugar atractivo para atraer empresas e inversiones». Sin olvidar que «hay que solucionar los problemas de algunas empresas que, con la situación geopolítica y también regulatoria europea, están pasándolo mal, también hay que mirar al futuro y ver qué posicionamiento estratégico va a tener Asturias en el sector industrial». Haciendo alusión al recién celebrado Foro por la Industria, recordó que «hemos acordado definir rápidamente el plan estratégico para la industria asturiana para inmediatamente definir las medidas y ponernos inmediatamente a trabajar». Ha hecho referencia a la presencia de multinacionales en la región, pero también «al tejido de pymes y micropymes, al que hay que prestar atención . Hay que combinar esa tracción de inversiones foráneas con potenciar el tejido local para que salga beneficiado»

Abordado por otra de las cuestiones de actualidad (los aranceles de la administración de Donald Trump), el presidente de los empresarios ha advertido de que se van a convertir «en un problema mundial». El primero que los va a sufrir, debido a la inflación, va a ser el propio Estados Unidos, ha dicho. Y ha recordado que España tiene invertidos 80.000 millones en activos en Estados Unidos. «Para nosotros es un país importantísimo, el primero en el que invertimos, porque siempre nos ha dado mucha seguridad jurídica». Las exportaciones al país americano supone el 4,5% de todas las nacionales y las importaciones procedentes de Estados Unidos suman el 6%.

En todo este contexto, ha apuntado que este asunto no sólo va a afectar a productos o sectores, como el acero, específicos de España, sino que «va a repercutirnos todo aquello que contraiga el mercado europeo. No podemos olvidar que Alemania y Francia son nuestros principales clientes y aquello que les afecte lo notaremos. Igual que los casos de aquellos países que no logren vender en Estados Unidos y quieran hacerlo en Europa. También entra en juego China... En definitiva, es un asunto más complejo que simplemente afecte a un porcentaje determinado de un producto».

Un día después de que Trump haya amenazado con aplicar aranceles del 200% al vino y otras bebidas alcohólicas, Garamendi ha apuntado, al respecto, «la inseguridad que estas amenazas generan a las empresas». Y, por ende, esa inseguridad «no es buena ni para el país y, por tanto, para el conjunto de la sociedad».