Grifols encauza su plan para reducir deuda con la venta de Shanghai Raas

La venta supone un balón de oxígeno que, en todo caso, tiene ante sí el reto de recuperar el favor del mercado, después de que a principios de año Gotham City Research pusiese patas arriba a la empresa al denunciar que había maquillado sus cuentas para mostrar menos deuda de la que en realidad tenía.

Los analistas coinciden en que el principal problema que afronta la compañía es su incapacidad de generar caja y la ratio de apalancamiento seguirá por encima de 4,5 veces a final de año, según las previsiones de la empresa.

Hace unos meses, y sin contar con el cierre de esta operación, fuentes del mercado indicaban que con este panorama «los vencimientos de la deuda pueden convertirse en un problema», abriendo la puerta a otro tipo de soluciones como más ventas de activos. »La compañía tendrá que actuar muy rápido si no quiere que los oportunistas tomen posiciones y esto acabe derivando en fondos que se convierten en grandes acreedores con capacidad de obligar a la firma a una reestructuración», advertían hace unos meses.

En todo caso, el cierre de esta operación es clave en el camino para la salida de su reciente crisis financiera y reputacional. Según ha comunicado a la CNMV, tras la venta -que ha recibido todas las aprobaciones regulatorias necesarias- Grifols mantendrá una participación dle 6,5% en la empresa china, así como un puesto en el consejo de administración.

«Con esta transacción, Grifols mantiene su presencia en China, conserva los acuerdos comerciales con SRAAS vigentes y, al mismo tiempo, podrá cumplir con su compromiso de desapalancamiento», indica la firma en un hecho relevante al supervisor.

Del mismo modo, ambas empresas han extendido el acuerdo exclusivo de distribución de albúmina durante los próximos diez años, con volúmenes mínimos de suministro garantizados durante los próximos cinco años, y Shanghai Raas podrá prolongar el acuerdo hasta 2044.