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NOELIA A. ERAUSQUIN
GIJÓN.
Martes, 15 de diciembre 2020, 01:52
La planta de Navia de Ence ve el camino despejado para que llegue la ansiada inversión de casi 500 millones de euros que quedó aplazada en febrero. Así lo reconoció ayer su presidente, Ignacio Colmenares, durante la junta extraordinaria de la compañía en la que ... se aprobó la venta de un 49% del capital de su división de renovables al fondo Ancala Partners, una transacción de la que queda excluida la planta termosolar de Puertollano, que se traspasará a Q-Energy por 86 millones.
Hay dos aspectos esenciales para que se allane el inicio del proyecto naviego: por un lado, todo apunta a una recuperación de los precios de la celulosa, que habían caído a mínimos de la última década, y por otro, estas operaciones suponen una inyección de liquidez que permite abordar la inversión con solvencia.
La venta a Ancala, un fondo «con diez años de experiencia en gestión de inversiones en renovables, servicios públicos, transporte y telecomunicaciones», asciende a 359 millones y supone la «incorporación de un socio estratégico». Además, «permitirá retomar las inversiones previstas en nuestro plan estratégico para el negocio de la celulosa», explicó Colmenares.
La más destacada de ellas es la prevista para Navia, de unos 490 millones de euros, que va a permitir aumentar la actividad y producir celulosa para productos absorbentes, como compresas y pañales, y viscosa con destino al sector textil. Esta actuación supone ampliar en 180 personas la plantilla de la factoría y crear en total unos 1.100 puestos (directos, indirectos e inducidos). A ellos hay que añadir unos 900 más durante los dos años que van a durar las obras, lo que permitirá también aliviar la crítica situación por la que atraviesa la industria auxiliar asturiana.
No obstante, las obras no se iniciarán de forma inmediata, sino «una vez superada la pandemia y con la recuperación esperada de los precios de la celulosa», que en los mercados asiáticos empiezan a mejorar. Se prevé que esta remontada pronto contagie al mercado europeo. Por tanto, la inversión continúa en suspenso, pero casi ya tiene vía libre por la evolución del negocio y la nueva liquidez.
De hecho, el balance de Ence se reforzará antes de fin de año en 225 millones de euros debido a la inyección de Ancala, mientras que otros 134 están condicionados al desarrollo de la cartera de la biomasa en los próximos ocho años.
Colmenares destacó, además, la importancia de la inversión en Navia para diversificar su producción hacia dos negocios en alza con celulosa procedente «de fibras naturales, locales y sostenibles con demanda creciente». La apuesta por Navia había aumentado, además, ante la incertidumbre que rodea a su planta de Pontevedra, después de que el Gobierno socialista desistiera de defender la prórroga de la concesión realizada por el anterior Ejecutivo del PP.
La paralización de la inversión en Navia fue un duro varapalo para la zona, que espera que el proyecto se retome cuanto antes.
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