La empresa garantiza que mantendrá el calendario de inversiones en Gijón y Avilés

La reforma de las baterías de cok de Gijón, que sustituirán a las ya obsoletas de Avilés, seguirá su marcha normal, contando los retrasos iniciales a causa de la demora con los permisos y los posteriores por la falta de calidad de parte de los materiales. Una vez subsanados estos problemas está previsto que en octubre de este año se pongan en marcha los primeros 45 hornos y en marzo de 2020 entre en funcionamiento el resto. Se trata de la obra más importante de la era Mittal, ya que garantiza la continuidad de la siderurgia integral en Asturias, es decir, con el funcionamiento de las baterías y hornos altos. En total esta inversión asciende a unos 150 millones de euros.

Además, para el otoño se prevé acometer la segunda fase de la reforma de la acería de Avilés, que permitirá mejorar su productividad, ya que se podrán laminar desbastes de mayor grosor y se espera ganar, además, fiabilidad. La primera fase se realizó en 2016 y tuvo un coste de 60 millones, una cifra similar a la que ascenderá esta otra.

La tercera gran obra de este año implica al horno alto 'B', en el que se procederá a la sustitución de los 'staves', los conductos que refrigeran la instalación y que cada poco tiempo tienen que ser cambiados. La última vez fue en 2016, coincidiendo, precisamente, con los trabajos en la acería de Avilés, para que así la caída en la producción de arrabio coincidiera con el descenso de actividad en la LDIII.

La multinacional amenazó en enero con la posibilidad de tener que apagar un horno alto si se mantenían las previsiones negativas. De momento, Asturias se libra, aunque el 'B' estará detenido al menos un mes para realizar este mantenimiento extraordinario.