Electrointensivas y químicas claman por reactivar la exención de los peajes de la luz

En este sentido, tanto la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege), en la que se integran Arcelor y Asturiana de Zinc (AZSA), como la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), que cuenta con compañías como DuPont, Bayer, Química del Nalón o Fertiberia, advierten del daño que ocasionará que no salga adelante esta disposición. «Deja a la industria electrointensiva sin una medida vital para su competitividad», advierte en un comunicado la primera. «Es esencial mantener esta medida para reducir la alarmante brecha competitiva existente», apunta en la misma dirección la segunda. Sin esta reducción, la factura eléctrica se incrementará en entre un 5% y un 6,5% para las electrointensivas, un porcentaje que supone una cifra nada desdeñable en sus balances. Como ejemplo, para una empresa como AZSA, el sobrecoste puede situarse entre 5 y 10 millones de euros anuales.

Se da la circunstancia, además, de que en otros países, como Francia y Alemania, sus industrias no tienen que sufragar esos peajes. De hecho, la exención permitía reducir la brecha en el coste eléctrico –que ni mucho menos se llega a cerrar– que asumen las factorías españolas en relación a sus competidoras. Por ello, ambas organizaciones reclaman que la exención se convierta en una medida estructural «para que la industria electrointensiva recupere su lugar en el mapa industrial europeo», señala Aege.

Feique, por su parte, avisa de que los futuros apuntan a un precio medio anual de la electricidad cercano a los 78 euros/MWh, «prácticamente duplicando los precios de 40 euros/MWh que registran nuestros principales competidores internacionales, EE UU y China». Según sus cálculos, la exención en los peajes permitía ahorros de entre 4 y 10 euros MW/h, en función del nivel de tensión.