EdP proyecta un parque eólico marino en Asturias y dará alternativas a la térmica de Aboño

El director financiero de la eléctrica y consejero delegado de EdP España, Rui Teixeira, explicó que la compañía «trabaja en distintas alternativas» para extender la vida de la central de Aboño más allá de 2025, ya sin carbón. Aunque indicó que aún «no hay una solución pensada», sí concretó que el grupo 2 de esta central será el único que seguirá funcionando en España hasta agotar el plazo de cinco años que comprende el plan estratégico. El motivo es «su importancia para el tejido industrial de la región y el funcionamiento del sistema», ya que actúa como respaldo para garantizar el suministro.

Teixeira apuntó que la empresa lleva tiempo en la búsqueda de «alternativas reales» para esas instalaciones y aseguró que se elegirá una antes de que termine 2025. El grupo 1 de Aboño se reservará para la quema de gases siderúrgicos tras el acuerdo alcanzado con Arcelor. La otra térmica que posee EdP en Asturias, el grupo 3 de Soto de Ribera, también se adaptará a la transición energética. El consejero delegado de la filial española solo confirmó que uno de los proyectos que maneja está vinculado al almacenamiento energético, «con tecnologías más innovadoras» y cuya componente técnica está ahora en desarrollo.

Una iniciativa que, según indicó, podría encajar en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), uno de los principales instrumentos ideados por el Gobierno central para intentar captar fondos europeos mediante la colaboración público-privada.

También se adecúa a los proyectos de transición la otra gran iniciativa que tiene en cartera EdP y en la que la región es «potencial» emplazamiento, que es un parque eólico marino flotante «de escala semiindustrial». «Estamos haciendo estudios de distintas alternativas, pero podría llegar a tener unos 50 MW de potencia, el doble de la capacidad del parque que tenemos actualmente operativo en la costa norte de Portugal», destacó Teixeira. Asimismo, recalcó que la eólica marina es «parte de una estrategia» en la costa del norte de España con el fin de «crear cadenas de suministro y desarrollo industrial» que tengan un impacto económico positivo en las comunidades implicadas. «Estamos bastante enfocados en poder avanzar en estos proyectos», que ya se han presentado a las regiones elegidas, donde han sido acogidos «con ilusión». «Estamos trabajando con las comunidades autónomas en los PERTE», apuntó Teixeira, quien aseguró que esos proyectos suman 7.200 millones y, en función de lo que acuerden con las regiones, EdP «tomará la decisión de avanzar o no».

La empresa también posee dos ciclos combinados en Soto de Ribera, que por el momento seguirán operando como hasta ahora. No obstante, la intención de la eléctrica, tal y como señaló Stilwell, es «no consolidar las centrales de gas» que posee, con 2030 como horizonte temporal para buscar una solución. Dentro de la inversión global de 24.000 millones, el 80% se dedicará mejorar la cartera de energías renovables: eólica, solar, hidrógeno y almacenamiento, con el compromiso de desplegar cuatro GW al año y duplicar la capacidad solar y eólica para 2025.

De este montante, España recibirá 2.000 millones, 700 de ellos destinados a mejoras relacionadas con las redes de distribución, una pequeña parte irá al área de clientes y gestión de energía y el grueso a proyectos de renovables. El plan se sustenta en tres ejes estratégicos: un crecimiento acelerado y sostenible; una organización impulsada por el aumento de la inversión en innovación y digitalización; y la obtención de excelencia en materia de responsabilidad social y rendimientos atractivos.