Duro, «muy preocupada porque el tiempo se agota»

Sin embargo, a última hora de la noche, esta posibilidad se antojaba complicada. «La compañía está muy preocupada porque el tiempo se agota y es fundamental lograr la agilidad necesaria», apuntaban fuentes de Duro Felguera, en una declaración en la que reconocían haber tenido una reunión con la SEPI, «para explorar las posibilidades y seguir trabajando en alternativas de viabilidad para la compañía en el marco del preconcurso».

Fuentes cercanas a la negociación aseguran a este periódico que, «se están encontrando con escollos que no contemplaban en el primer paso, el de la capitalización de la deuda». «Con el poco tiempo que tienen, si se les está atascando este punto, no pueden avanzar con el resto», explican.

El segundo paso sería el de tratar de encontrar un nuevo socio que aporte liquidez para que la compañía pueda funcionar a nivel operativo. En el último encuentro, los bancos acreedores preguntaron por posibles inversores, pero no se concretó nada. «Lo que está claro es que sin tener despejado el asunto de la deuda con la SEPI no se puede avanzar en este punto», señalan.

Duro Felguera recibió, en una primera fase, en mayo de 2021, dos préstamos por importe de 40 millones de euros en total, uno participativo y el otro ordinario. A mediados de diciembre de ese mismo año, recibió la aportación de 80 millones más a través de otro crédito participativo. El Principado, mediante la Sociedad Regional de Promoción (SRP), también le inyectó otros seis millones de euros con otro préstamo participativo. Desde el Ejecutivo regional ya han anunciado que se alinearán con las decisiones que adopte la SEPI.

En caso de que la sociedad estatal –que cuenta con dos miembros en el consejo de administración– rechace la propuesta de capitalización, Duro Felguera podría solicitar directamente el concurso de acreedores, ya que el plazo del preconcurso vence el próximo 11 de marzo.

Desde el Sindicato de Accionistas Minoritarios (SAM) consideran que el Gobierno no puede mirar para otro lado porque forma parte de la empresa: «La SEPI tiene responsabilidad en caso de no convertir los préstamos participativos en capital y no facilitar que Duro Felguera consiga financiación y avales con garantía del Estado, pues ha gestionado la empresa nombrando a varios consejeros, sin que los minoritarios hayamos podido tener un sólo representante», señala el presidente del SAM, Eduardo Breña.

Por otro lado, la dificultad para encontrar un nuevo inversor es máxima, ya que nadie parece estar dispuesto a abordar una operación de tal riesgo, especialmente tras el fracaso de la entrada de los mexicanos, que se hicieron con el 54% del grupo mediante dos inyecciones de capital por 90 millones de euros. Contactos internacionales ha habido, pero ninguno, de momento, ha fructificado, vista la situación crítica en la que se encuentra la centenaria firma asturiana.