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JOSÉ L. GONZÁLEZ
GIJÓN.
Jueves, 1 de julio 2021, 03:39
Duro Felguera afrontó ayer una Junta de accionistas que, de nuevo, se presentaba como crucial para el futuro de la compañía. Sobre las mesa, la necesidad de aprobar una serie de puntos en los que se ratificaban los acuerdos a los que se llegó ... con las entidades financieras para reestructurar la deuda de una empresa que vive una situación límite. Con el primero de los obstáculos salvados, lograr el 'quorum' del 25% necesario para sacar adelante los puntos cruciales del orden del día, complicado por la atomización del accionariado, la empresa logró un amplio respaldo del capital presente y representado, con porcentajes de aprobación de entre el 97% y el 99%. «Duro Felguera tiene solución y un futuro brillante», destacó su consejero delegado, Jaime Argüelles, durante su intervención.
La importancia de aprobar el acuerdo de refinanciación era máxima. La entrada del Fondo de Apoyo a la Solvencia de las Empresas a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) estaba condicionada a este acuerdo, un pacto que se alcanzó el pasado mes de abril y que ayer ratificó la junta de accionistas. Los 120 millones de euros que la SEPI se comprometió a aportar, 40 de ellos ya desembolsados a través de un préstamo participativo y otro ordinario, dependían de un acuerdo que contó con el respaldo casi unánime de los accionistas.
Mientras se convierte en firme el acuerdo con la banca que libera el apoyo de la SEPI, los gestores de Duro Felguera trabajan en la búsqueda de un socio industrial que aporte, además de capital, «sinergias» en forma de contratos. Así lo explicó el consejero delegado de la firma, quien informó a los accionistas de que la SEPI ha autorizado la ampliación del plazo para la ejecución de la segunda fase del rescate por tres meses más, hasta el 30 de septiembre. Detrás de esta ampliación está la propia búsqueda de un socio industrial, pero también el cierre de un acuerdo con el fondo Fortress para la cesión de derechos de cobro de litigios. Además, la entrada de un socio industrial condiciona la aportación al capital de la SEPI, que será «un poco inferior» a la de esta posible empresa. En caso de que no se logre un socio industrial, la SEPI hará la aportación prevista, en torno a 30 millones de euros, a través de un préstamo participativo. El rescate se completará con otros 50 millones de euros en forma de préstamo participativo. La situación de la compañía, que cuenta con el apoyo del Gobierno en forma de rescate, ha provocado que, según señaló Jaime Argüelles, nuevas empresas se hayan mostrado interesadas en entrar en Duro, una posición que se «refuerza» por el apoyo de los accionistas. «Se ha pedido la ampliación del plazo para robustecer la solución para la compañía. Tenemos una oportunidad, ahora que somos más atractivos», afirmó.
Los acuerdos con la banca pasan por la refinanciación de una deuda sindicada de 85 millones de euros. Así, ayer se aprobó transformar 52 de ellos en obligaciones convertibles en acciones, amortizar 7,5 y pasar otros 25 a un préstamo participativo. Además, se amplía el plazo hasta 2027 para la ejecución de un paquete de obligaciones convertibles en acciones suscrito en 2018 por importe de 90 y se cancela otro paquete cifrado en 142. En paralelo, el acuerdo incluye la puesta en marcha por parte del sindicato bancario de una línea de avales de 80 millones de euros. Los gestores de la compañía ultiman la firma de un acuerdo para conseguir poner en marcha este apoyo financiero, de gran trascendencia para que la empresa pueda lanzarse a lograr contratos con los que potenciar su actividad.
Durante su discurso, Jaime Argüelles incidió en las «fortalezas» de Duro Felguera. Algunas de ellas, señaló, son su capital humano y su experiencia en sectores como las energías tradicionales, división esta sobre la que se quieren apoyar para dar un impulso a la compañía. Pero el grupo quiere además ser un actor de gran relevancia en el mercado de las renovables. Los fondos de recuperación que comenzarán a desplegarse en Europa en cuestión de semanas, unidos a las acciones que está llevando a cabo el Gobierno de los Estados Unidos, colocan a la transición energética como una gran oportunidad de negocio que la empresa asturiana no quiere dejar pasar. «Hace años, lo novedoso eran los ciclos combinados y Duro Felguera se puso en cabeza. Eso es lo que estamos haciendo ahora, pero con las nuevas energías», señaló la presidenta de la entidad, Rosa Aza. Por su parte, Jaime Argüelles evitó poner cifras a la representatividad que tendrá esta línea de negocio en el trabajo de la compañía, aunque señaló que «será muy significativa».
La junta sirvió además para ratificar al nuevo consejo, en el que ya no está el anterior consejero delegado, José María Orihuela. La nueva dirección corporativa está compuesta por Rosa Aza en el cargo de presidenta; Jaime Argüelles como consejero delegado; José Julián Massa, Valeriano Gómez y Jordi Sevilla como consejeros independientes; y César Hernández y Miguel Ángel Santiago como consejeros externos. Bernardo Gutiérrez de la Roza continúa como secretario no consejero.
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