Duro Felguera espera recibir 20 millones del primer préstamo la próxima semana

La firma envió ayer el acuerdo con los bancos acreedores a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La reestructuración de los 85 millones de deuda incluye la amortización de 7,5 millones, así como la conversión en préstamo participativo de 25,5 millones de euros del pasivo afectado, que se dividirá en dos subtramos. Además, establece la conversión de 52 millones en obligaciones convertibles en acciones ordinarias de Duro Felguera de nueva creación. Dichas obligaciones tendrán una duración máxima de seis años y darán derecho a obtener un número de acciones representativas del 13% del capital social de la compañía.

La banca también se compromete a otorgar nueva financiación mediante una línea de emisión de avales 'revolving' y contragarantía por un importe total de 80 millones de euros con cobertura del 70% por la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE). El documento también recoge el compromiso de negociar el otorgamiento de una línea de avales temporal por importe de 20 millones de euros, con el fin de poder dar cumplimiento al plan de viabilidad de la empresa.

La nueva etapa de Duro tendrá nuevos rostros, como el del consejero delegado, el gijonés Jaime Argüelles, que releva a José María Orihuela, quien, por el momento, permanecerá como consejero. No obstante, probablemente no será por mucho tiempo, pues parece complicada su continuidad en Duro tras su rescisión en el cargo. Un cambio al que contribuyen dos nuevos consejeros: César Hernández y Miguel Ángel Santiago, propuestos por la SEPI. La hoja de ruta de Duro Felguera incluye la actualización del plan industrial, con una apuesta decidida por las energías renovables y los sistemas inteligentes. No obstante, no dejará de lado su negocio más tradicional, los proyectos llave en mano.

Precisamente, uno de los grandes escollos de la compañía para conseguir nuevos contratos era la carencia de avales. Sin este recurso fundamental para acceder a licitaciones tuvo que resistir más de cuatro años. Así las cosas, espera que el respaldo económico obtenido gracias a su rescate sirva para poder volver a situarse como una empresa puntera en este sector con una cartera de clientes suficiente. No son las únicas tareas que tiene por delante la empresa asturiana para reconducir su futuro. La segunda parte del rescate incluye un préstamo participativo de la SEPI de 50 millones de euros y una aportación de capital de esta misma entidad por un montante de 30 millones de euros. Pero también la búsqueda de un socio industrial.

Precisamente, el secretario general de CCOO de Industria de Asturias, Damián Manzano, destacó la importancia de hallar un inversor, «que aporte carga de trabajo, conocimiento y capital, pero con dos condiciones:el mantenimiento del empleo y de la compañía tal como la conocemos en Asturias», apuntó. Su homólogo en UGT-FICA, Jenaro Martínez, señaló que el nuevo consejero delegado «debe centrarse en llevar a la empresa a la posición que nunca debió de abandonar» para impulsar la actividad y, por tanto, la carga de trabajo.