Diálogo y astucia para reflotar la empresa

Ingeniero superior industrial, máster de Organización Industrial y posgrado máster en Administración de Empresas, Argüelles ha dedicado buena parte de su carrera profesional a la alta dirección. Tras un año en Capsa y curtido en labores de dirección en Bosch y el Grupo Celsa, el gijonés llegó a Ence, donde dio el salto definitivo. Primero se convirtió en el director de la planta de Navia, para pasar después a ocupar la dirección general de Operaciones de Celulosa, Energía y Forestales, culminando su camino en el grupo con la dirección de toda la compañía. De su etapa al frente de la papelera quedan importantes inversiones en Navia, con una notable cantidad dedicada a asuntos ambientales.

Quienes vieron de cerca ese viaje desde la ría del Navia hasta la dirección del grupo destacan su «talento directivo», «discreción» e «inteligencia». Pero, sobre todo, su capacidad para ver las oportunidades y aprovecharlas. Así, bajo su dirección Ence se metió de lleno en el ámbito de la energía y la sostenibilidad, dando un giro a su negocio y también a su imagen. Además, logró meter a la compañía en el selecto club del Ibex-35. «Es una persona muy observadora, sabe ver las oportunidades, apostar por ellas y hacerlo sin equivocarse», señala una persona que vivió de cerca su etapa en Navia y con el que siguió en contacto tras hacerse cargo de todo Ence.

La fama de buen técnico precede a Jaime Argüelles de quien quienes le conocen destacan su capacidad de gestión y diálogo y su buena mano para formar equipos. La última oportunidad que ha tenido para demostrarlo fue en CMPC, una gran empresa del sector forestal y la celulosa, donde ocupó los últimos dos años el puesto de director ejecutivo.

Ahora, tendrá que afrontar un cambio de sector, aunque personas conocedoras de su trayectoria sostienen que contactos en el ámbito de Duro Felguera no le faltan, y conocimiento sobre la emblemática empresa asturiana, tampoco.

La tarea no será sencilla. La difícil situación es palpable y la dilación en el proceso de rescate no ha hecho más que agravarla. A ello se une la pandemia, que ha supuesto un nuevo golpe para una compañía que ya venía atravesando momentos complicados. Con todo ese bagaje, Jaime Argüelles afronta un complicado reto profesional del que dependen cientos de familias.