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Danone aceptó vender la fábrica de Salas «a un comprador solvente». Un cierto alivio dentro la negatividad de ese «cese de actividad» que soltaba sorpresivamente el viernes de la semana pasada. Para seguir, el único punto de partida, lo habían advertido todas las administraciones, era ... el mantenimiento de la actividad y el empleo en la comarca, y la multinacional francesa, mostrando su «voluntad de diálogo», trasladó ayer su disposición a que «la actividad pueda continuar en la planta, con independencia del sector».
La receptiva postura de la empresa la comunicó el secretario y portavoz del comité de empresa. Juan Carlos García explicó que el nuevo encuentro negociador sirvió, además, para que Danone trasladara a los representantes de los trabajadores su plan de recolocaciones, prejubilaciones e indemnizaciones para la plantilla. Un plan que ahora se tendrá que estudiar, aunque lo que tiene claro el comité es que «queremos que el nuevo dueño de la planta de Salas dé prioridad en la contratación a la gente que ahora quede en la calle». Y han pedido a Danone que así quede reflejado en los acuerdos negociadores.
Esa alternativa al cierre de Danone en Salas fue posteriormente analizada por el comité con los directores generales de Empleo y de Medio Rural y el alcalde de Sala. Un encuentro para seguir dando pasos en la coordinación de acciones en esa dirección: la búsqueda de un nuevo dueño para la planta de Salas. Fue el director general de Empleo y Formación, Pedro Fernández-Raigoso, quien ahondó en la plena disposición del Principado a «buscar y colaborar con la empresa en la búsqueda de alternativas» que permita demostrar «el compromiso con el territorio, las personas y con Asturias».
La próxima semana volverá a ser intensa en el ámbito de las negociaciones entre empresa y comité, con una nueva cita fijada ya en el calendario para el martes. Hoy, además, el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, recibirá el respaldo de la Cámara de Comercio de Oviedo.
Mientras tanto, el Partido Popular volvía ayer a cargar contra el Gobierno asturiano, responsabilizándolo de la situación creada en Salas. Lo hizo a través de su diputado regional, Pablo González: «Es culpa suya». En su opinión, el Principado es el que «debe estar pendiente de lo que sucede en su territorio». Y recordó, en ese sentido, que él mismo interpeló al consejero de Industria, hace dos años, sobre la posibilidad de cierres de empresas, instándole a que estuvieran pendientes de los planes empresariales «para saber si querían marcharse, quedarse...». La respuesta que les dio, lamentó Pablo González, fue «no hace falta». «Dos años después, en los que nada hicieron, una empresa amenaza con marchar», apostilló.
González insistió en la necesidad de que Asturias sea competitiva, «y a día de hoy no lo hace, hay que adaptarse para salir a competir», remarcó. Aún así, el diputado regional confía en que se realicen todas las gestiones que sean necesarias para que se revierta la decisión de la multinacional láctea.
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