J. F. G.
AVILÉS.
Sábado, 19 de enero 2019, 03:13
«Tenemos que confiar en los políticos. Confiar en ellos es complicado, pero no nos queda otra». Juan Manuel Gómez de la Uz defiende el preacuerdo firmado con el Gobierno y la empresa. «Nos dijeron que necesitaban tiempo, y se lo hemos dado. Hemos hipotecado ... nuestro futuro a sus decisiones, a su capacidad para arreglar esta situación. Hemos firmado nuestros despidos a seis meses vista con la esperanza de que en este tiempo las gestiones que el Gobierno asegura que lleva a cabo para encontrar a un inversor lleguen a buen fin. No teníamos otra alternativa, era la única vía que nos quedaba abierta para ganar tiempo. También vamos a hacer todo lo posible para que las auxiliares fijas mantengan el empleo», subrayó.
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A igual que su homólogo en La Coruña, el presidente del comité de fábrica de Avilés subraya que las posibilidades de que una nueva compañía se haga cargo de la dos fábricas y de los trabajadores pasan por que el Gobierno de España diseñe un marco energético que ofrezca precios competitivos a la industria electrointensiva y le permita llevar a cabo planes a medio y largo plazo.
Es el quid de la cuestión. El actual sistema, las subastas de interrumpibilidad, que ofrece bonificaciones a las empresas electrointensivas a cambio de interrumpir el suministro, no satisface sus necesidades. En la última, en diciembre, Alcoa se adjudicó 400 megavatios, seis bloques de 40 para su fábrica de San Ciprián, dos para la de La Coruña y otros tantos para la de Avilés.
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