Grifols no convence al mercado y se hunde otro 1% en Bolsa

Sin embargo, la falta de concreción ante las preguntas de los analistas -entre los que se encontraban grandes firmas como CaixaBank, Santander, Berenberg, Morgan Stanley, Deutsche Bank o Bank of America- ha provocado que la tensión del mercado estallase por el lado de las ventas, provocando otra fuerte caída de más del 16% en los títulos de Grifols.

La principal duda en torno a la contabilidad de la empresa reside en las relaciones cruzadas de Grifols con varias filiales y la empresa patrimonial de la familia. En concreto, Gotham denuncia que Grifols ha consolidado al cien por cien en sus resultados a BPC Plasma y Haema, firmas que vendió a Scranton (accionista de Grifols con algo más de un 8%). El problema es que Scranton también consolida ambas empresas por completo.

Fuentes del mercado indican que esa práctica «aunque rara, es legal si está auditada». Pero en todo caso no gusta al mercado, ante la sospecha de que se pueda estar utilizando para ocultar deuda.

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, fue el encargado de liderar el encuentro con los analistas, donde intentó dejar claro que Scranton «no es un 'family office'», negando los vínculos con la firma. «Entre sus 22 inversores solo hay tres miembros de la familia Grifols», indican desde la empresa, que ha desvelado que entre ellos «solo» controlan el 20% de la firma radicada en Países Bajos. Glanzmann insistió en que, más allá de ser el arrendador de su sede central (en Sant Cugat del Vallés, Barcelona), «no tenemos ningún otro vínculo».

Ante las preguntas de los analistas, los responsables de Grifols reconocieron que la CNMV ha solicitado a la empresa que en un plazo de 10 días (lo establecido por la ley) responda a sus requerimientos de información, previsiblemente en torno a estos vínculos entre las distintas sociedades. «Lo haremos lo ante posible», indicaron los directivos. En el caso de Haema y BPC, apenas representarían en torno a un 2% del ebitda de la compañía, muy por debajo de lo estimado por Gotham.

Junto a Glanzmann, en el encuentro telefónico también estuvieron presentes Víctor Grifols Deu, director de operaciones, y Raimon Grifols, vicepresidente y director general corporativo, junto a Nuria Pascual, directora de relación con inversores. Aunque quien acaparó la mayor parte del interés fue Alfredo Arroyo, director financiero del grupo desde 2007 y buen conocedor de la estructura de deuda de la empresa.

En este punto, la compañía confía en el positivo impacto de la venta del 20% de su filial china en la ratio de endeudamiento. Del mismo modo, el directivo quiso despejar otra de las grandes dudas del mercado: si la empresa será capaz de hacer frente a los vencimientos de los próximos años. «Tenemos 1.800 millones de dólares (1.600 millones de euros) de la venta de Shanghai Raas y liquidez por otros 1.000 millones de dólares» que se destinarían a pagar a esos bonistas, tal y como sentenció Arroyo que también descartó refinanciar deuda ya existente, solo de momento.

Apenas unos minutos antes del encuentro, Gotham City aprovechó para 'calentar' a los analistas, con un mensaje en las redes en el que se preguntaba si los bancos y acreedores «saben que Grifols y Scranton consolidan completamente Haema y BPC Plasma en sus estados financieros».

Frente a las acusaciones, Grifols volvió a defender que el fondo bajista -que ya ha cerrado su posición en el valor logrando jugosas plusvalías- «ha utilizado» información financiera conocida y auditada. «Hemos creado una empresa con más de 100 años de trabajo y no podemos permitir poner eso en duda», expresan desde la empresa que, en todo caso, reconocen que harán mejoras en materia de gobernanza.