Instalaciones de Arcelor Dofasco en Ontario, Canadá. REuters

ArcelorMittal repite en Canadá el plan de descarbonización que desarrollará en Asturias

La multinacional del acero plantea una inversión de 1.192 millones de euros, de los que el Gobierno del país aportará 270

Miércoles, 18 de agosto 2021, 21:13

ArcelorMittal tiene en mente reducir un 25% sus emisiones de CO2 en el mundo en el año 2030. Su estrategia es ambiciosa y requiere de un importante desembolso económico.Después de anunciar en Asturias un cambio de modelo para sus instalaciones en la región, que ... requerirá 1.000 millones de euros de inversión, la multinacional del acero ha decidido repetir modelo en sus instalaciones de Ontario, en Canadá.ArcelorMittal Dofasco, tal y como se denomina esta planta, recibirá una inyección de 1.192 millones de euros con el objetivo de transformar las instalaciones con la creación de una planta de reducción de mineral de hierro alimentada con hidrógeno verde y un horno de arco eléctrico, la misma ruta que se ha elegido para Asturias.

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El gigante siderúrgico cuenta con dos alternativas para lograr su ambicioso plan global. Por un lado, está la estrategia 'Smart Carbon' (carbono inteligente), que se basa en la economía circular. Por otro, la DRI, 'Direct Iron Reduction' (reducción directa del mineral de hierro), mucho más costosa y con mejor expectativa de resultados, aunque también con ciertas incertidumbres en el horizonte, ya que las tecnologías implicadas están poco probadas. En el caso asturiano, ArcelorMittal ha apostado por esta segunda fórmula, en la que el hidrógeno verde tendrá un papel crucial. El mismo planteamiento que ha realizado para su planta de Ontario.

En la presentación del proyecto en Asturias, los responsables de ArcelorMittal cifraron en 1.000 millones de euros el dinero necesario para poder acometer un cambio con el que se pretende reducir las emisiones a la mitad en el año 2025, abriendo una «nueva época en la siderurgia en España», señaló entonces Aditya Mittal, consejero delegado de la multinacional. La intención de la empresa es poder captar al menos 500 millones de diversos fondos europeos, para lo que el día de la presentación se firmó una manifestación de interés con el Gobierno central. El presidente del Ejecutivo,PedroSánchez, se comprometió entonces a «explorar todos los instrumentos existentes», garantizando el respaldo al sector.

En Canadá, parte de la inversión pública ya está comprometida.El Ejecutivo canadiense aportará 270 millones de euros a un proyecto con el que se plantea reducir las emisiones de CO2 un 60%, pasando de cinco millones de toneladas anuales a tres en un horizonte de siete años. Las negociaciones del gigante del acero con los poderes públicos aún no están cerradas.ArcelorMittal mantiene conversaciones con el Gobierno de Ontario para plasmar su apoyo económico al proyecto.

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El proyecto canadiense tiene su piedra angular en una planta de reducción de mineral de hierro. Su capacidad de producción será de dos millones de toneladas anuales y se complementará con un horno de arco eléctrico capaz de producir 2,4 millones de toneladas de acero de alta calidad utilizando las instalaciones existentes de metalurgia secundaria y colada continua. La intención de ArcelorMittal es que estas dos nuevas instalaciones entren en producción antes de que acabe 2028.

La proyección de los directivos del gigante del acero pasa por que el proyecto genere 2.500 puestos de trabajo adicionales durante las fases de ingeniería y construcción. La planta de ArcelorMittal Dofasco en Ontario cuenta con una plantilla próxima a los 5.000 trabajadores, cifras que la asemeja a las instalaciones que la multinacional tiene en Asturias.

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