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Arcelor contará con la ayuda pública prometida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la familia Mittal en julio de 2021, en el acto de presentación del proyecto descarbonizador de las plantas asturianas. La Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea acaba ... de dar luz verde para que conceda una partida de 450 millones de euros para dar el paso de la siderurgia integral a una más sostenible y apoyada en el hidrógeno renovable. Se trata del escollo más complejo al que se enfrentaba el proyecto para poder recibir fondos. El Ejecutivo comunitario tiene ahora dos meses para hacer oficial la aprobación, para la que no se esperan problemas tras el examen de Competencia, y que el Gobierno español articule mediante el PERTE (Proyecto Estratétigo para la Recuperación y Transformación Económica) de la descarbonización, esta inyección económica. Arcelor calcula que el gran proyecto verde para su factoría gijonesa supondrá una inversión de alrededor de mil millones. La diferencia la aportará la propia compañía. En cualquier caso, el Ejecutivo central se ha comprometido a aumentar las ayudas si la multinacional del acero lo necesita.
Según indicó la pasada semana la ministra de Industria, Reyes Maroto, la segunda línea del PERTE, que se aprobó a finales de diciembre, corresponde específicamente al plan de la siderúrgica. Se trata de una línea de ayudas autorizadas por la Comisión Europea a empresas manufactureras participantes en el Proyecto Importante de Interés Común Europeo, sobre la cadena industrial del hidrógeno de origen renovable, con una financiación pública de 450 millones de euros en forma de subvención a ejecutar en el año 2023. Se trata, por tanto, del 30% de la cuantía prevista en ayudas directas en el PERTE, que incluye 1.500 millones en subvenciones y 1.600 en préstamos. La multinacional cuantificó en julio de 2021 su plan asturiano en 1.000 millones de euros, antes de la escalada de la inflación, de los que aspiraba a captar la mitad, 500 millones, de financiación pública. «Pero nuestro compromiso es abordar el proceso de forma integral y si las necesidades son mayores, el Gobierno pondrá a disposición todos los recursos para que ese proyecto sea una realidad», apuntó la ministra.
Más allá de la instalación de un horno eléctrico híbrido en la acería de Gijón y la construcción de una planta de reducción directa del mineral de hierro, se baraja también la posibilidad de instalar otro horno nuevo en la acería de Avilés. La vía libre por parte de Bruselas supone un gran alivio, ya que Arcelor había presentado solicitudes por importe de 3.000 millones en ayudas, ya que también tiene proyectos en Francia, Bélgica y Alemania. Según Maroto, el trabajo con la Comisión Europea era intenso, con el objetivo de que se pudieran liberar esas subvenciones y que se pueda «dar el pistoletazo de salida a ese proyecto». Su intención era que se acelerara lo antes posible, después de que la compañía denunciara el atasco en la Comisión, tras presentar la solicitud hace año y medio.
La multinacional apuesta para Asturias por la tecnología denominada DRI, por las siglas en inglés de 'direct iron reduction' (reducción directa del mineral de hierro). El elemento central del plan puesto sobre la mesa por Arcelor pasa por sustituir el actual horno alto 'A', cuya vida útil, en el mejor de los casos, terminaba en 2024, por una planta de reducción directa de mineral de hierro abastecida con hidrógeno verde, que contará con una capacidad de producción de 2,3 millones de toneladas anuales. Esto implicará también prescindir del actual sínter 'B', que ya no será necesario, ya que su misión es tratar el mineral de hierro, el cok y los materiales fundentes antes de introducirlos en el horno alto. Según las previsiones iniciales, se esperaba que para 2025 la planta DRI, la primera de estas características en España, pueda funcionar exclusivamente con hidrógeno verde, que será suministrado por el consorcio HyDeal. Hasta entonces, el combustible de transición previsto es el gas natural.
La planta DRI se completará con la transformación de la acería de Gijón, cerrando los convertidores y manteniendo las coladas. Arcelor apuesta por un horno de arco eléctrico. Se tratará de una infraestructura híbrida, ya que como materia prima podrá emplear tanto chatarra como DRI, que funcionará gracias a electricidad renovable y que tendrá una capacidad de producción de 1,1 millones de toneladas para abastecer a los trenes de carril y alambrón.
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