![La plantilla de Arcelor teme cientos de despidos en las plantas de Asturias por las deslocalizaciones](https://s3.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/2025/02/13/102308978-kOGF--1200x840@El%20Comercio.jpg)
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La decisión de Arcelor de trasladar buena parte de sus servicios de administración europeos, entre ellos asturianos, a India para reducir costes ha suscitado una enorme preocupación entre la plantilla. Aunque la siderúrgica no ha dado cifras concretas sobre la afectación de esta ... medida en cada planta, los trabajadores temen que el impacto sea grande. Dentro de los trabajadores de estructura, no todos estarán afectados, ya que aquí se integran también cargos de producción y mantenimiento, que se quedarían fuera del ajuste. En total, según fuentes consultadas por este periódico, hay un centenar de empleados en las áreas que Arcelor plantea externalizar.
Un recorte de personal que llegará a cientos de empleos eliminados cuando avance el plan de descarbonización de las factorías asturianas. En concreto, cuando se ponga en marcha el nuevo horno híbrido de arco eléctrico de la acería de Gijón, lo que se prevé en el primer trimestre de 2026. La electrificación de las instalaciones traerá consigo una menor necesidad de personal por la automatización de procesos. Y también cuando finalice la vida útil del horno alto 'A'. De hecho, Arcelor ya se plantea tener que operar con uno solo a partir de 2026. Así, la electrificación de la acería gijonesa y el apagado del horno alto, unido al cierre antes que acabe el año del sínter 'B' por cuestiones ambientales, provocarán inevitablemente una notable caída de la producción –en favor, sobre todo, de plantas de Asia y Estados Unidos– y, por tanto, del empleo.
No contar con la planta de reducción directa del mineral de hierro (DRI) prevista para Gijón – la inversión está en suspenso al igual que en el resto de Europa– también afectará a la plantilla en la región. Esa deslocalización de la producción del DRI, que habrá que importar para alimentar a la nueva acería –aunque también puede funcionar con chatarra–, tendrá, asimismo, su impacto entre la masa laboral. Ante lo más inminente, la deslocalización de servicios administrativos, Arcelor celebró ayer una reunión telemática con representantes de los trabajadores en España para comunicarles esta decisión, adelantada el martes en el comité europeo de la siderúrgica que tuvo lugar en Luxemburgo.
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Noelia A. Erausquin
Los sindicatos rechazaron la medida y reclamaron «información más clara y detallada del ámbito de actuación, es decir, de las sociedades afectadas, de los servicios locales a suprimir y de los puestos que se pretenden amortizar», señaló CC OO de Industria. En este contexto, UGT-FICA acordó ayer en una reunión de sus secciones sindicales de Arcelor en España, que «se movilizará a todos los niveles, sindical y político, para impedir que se aplique este plan de deslocalización», al tiempo que exigió a la dirección de Arcelor que ejecute los planes de descarbonización comprometidos.
USO también mostró su rechazo a que «el grupo pretenda una rebaja de costes a costa del capital humano», aunque remarcó que el plan es todavía «una idea». Para CSI, la deslocalización de servicios anunciada «no deja de ser una bestial nueva vuelta de tuerca en la estrategia de destrucción de empleo que ArcelorMittal lleva a cabo desde hace años».
Son 31 las entidades jurídicas afectadas por esta medida, pertenecientes a siete países –España, Francia, Polonia, Bélgica, Alemania, Italia y Reino Unido–, ya que impactará también en las delegaciones que tiene la multinacional en distintos puntos en el ámbito de la distribución y la comercialización. En el caso de España, son varias las empresas implicadas. En concreto, la compañía ha detallado que en este ajuste se incluirán los servicios financieros, la división de adquisición y aprobación y ventas y marketing, así como la gestión de pedidos. Además se están examinando los datos de todo aquello que tiene que ver con la cadena de suministro (incluidos los envíos y la distribución) e informática.
Desde que ayer se diera a conocer la noticia de que Arcelor trasladará este mismo año sus servicios financieros, de adquisición y aprobación, ventas y marketing, gestión de pedidos, cadena de suministro e informática de Europa a India, la intranquilidad se ha adueñado de la plantilla que ofrece estos servicios, muchos de ellos en Asturias.
Existe mucha preocupación porque, frente a ajustes anteriores –que se centraban en el área de producción y que se realizaron mediante la amortización de los puestos de trabajadores de más edad–, ahora todo apunta a que la medida implicará despidos. Ayer, la multinacional aludía a medidas de flexibilidad y movilidad, que se antojan complejas cuando el grueso de la actividad se plantea llevar a Asia.
«Nos pilló totalmente de sorpresa y hay un malestar brutal generalizado entre los trabajadores», explica José Manuel Díaz, presidente de la Asociación de Personal de Contrato Individual de Arcelor Asturias (Aciia), que agrupa a los mandos intermedios de la multinacional. Advierte, además, de que «o se cambia la política industrial desde la UE o este solo será un primer paso para la deslocalización total». En ese sentido, alerta de que el traslado a India es un hecho «muy grave para Asturias y para España y no se puede consentir». Díaz, además, pone el foco en que «se está cambiando trabajo de alta cualificación por trabajo precario» y resalta que los puestos de trabajo que se deslocalizan «son todos de 45.000 euros anuales para arriba». «A los políticos esto no les puede salir indiferente», zanja. En la plantilla de la multinacional en Asturias, especialmente aquella parte a la que le afecta de forma directa la decisión, reina el malestar. «Hay mucha incertidumbre y miedo entre la gente», explican, aunque también aseguran que la situación no está clara y que habrá que esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Algunos altos mandos han intentado calmar la situación y piden no adelantar acontecimientos, porque el sistema de trabajo es transversal y resultaría demasiado complejo llevarlo a cabo desde India. «Entre lo que dice Luxemburgo y cómo se va a reflejar en la realidad hay mucho camino», apuntan algunas fuentes.
Todo ello coincide, además, en un momento en el que las empresas siderúrgicas piden más apoyo de Europa para abordar su producción. Esta medida, sin embargo, no tiene que ver directamente con la descarbonización o los costes energéticos, sino con el objetivo de Arcelor de reducir todo tipo de costes, incluidos los laborales, y en India los salarios son muy inferiores a los que se pagan en Europa.
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