«No podemos contaminar, pero no hagamos de eso una religión»»
Antonio Suárez Presidente de Grupomar ·
«Un empresario debe sentirse orgulloso de serlo. Y yo me siento orgulloso de mi empresa»Secciones
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Antonio Suárez Presidente de Grupomar ·
«Un empresario debe sentirse orgulloso de serlo. Y yo me siento orgulloso de mi empresa»NOELIA A.ERAUSQUIN
GIJÓN.
Sábado, 22 de mayo 2021, 01:14
Presume de la suerte de tener dos patrias, su Asturias natal, a la que apoya siempre que puede, y México, el país que le acogió hace 55 años y en el que ha creado todo un conglomerado empresarial con casi 4.000 empleados dedicado a ... la pesca de atún y la elaboración de conservas. Antonio Suárez (Oviedo, 1942), presidente de Grupomar, ha regresado estos días al Principado para traer buenas noticias: un contrato por 20,5 millones de euros con Astilleros Armón para que le construya un atunero y que incluye la opción de un segundo barco.
-Los contratos de Grupomar permitieron recuperar la construcción naval en Gijón y ahora llega uno más. ¿Cómo se gesta esta relación comercial?
-La vida no es el dinero, es vivirla rodeado de amigos y de respeto, hacer algo positivo por los demás. Tanto en México como aquí he hecho lo posible por sentirme útil para los demás. Tuve la suerte de ser empresario, no hombre de negocios, emprender, hacer de la nada puestos de trabajo y que mis trabajadores quieran a la empresa. La lealtad es mutua. Eso pasa con Armón. Si alguien me hace algo bien, ¿para qué voy a cambiar? Luego surgió amistad, les respeto. Son serios y cumplidores. Eso no quiere decir que no negociemos y busque el mejor precio, pero una vez que hay un acuerdo, hay tranquilidad.
-¿De qué dependerá que llegue ese segundo barco?
-De un permiso que necesitamos, porque tenemos cuotas, y de ver cómo va la actividad. No nos gusta endeudarnos. Prefiero llevar la empresa a la antigua.
-¿Ese es su secreto?
-Así las crisis son menores y no te tiene que rescatar nadie. ¿Una empresa rescatada por el Estado? Así cualquiera. Eso no ayuda al país. Un empresario debe sentirse orgulloso de serlo, porque crea, apoya a la sociedad, paga impuestos... Y yo me siento orgulloso de mi empresa. Es mi obra y no la pienso vender, aunque me darían mucho dinero.
-¿También ayuda su diversificación?
-Es un grupo muy integrado. Individualmente los hay mucho mayores, pero con esta integración somos importantes. Somos consignatarios de buques, tenemos concesión portuaria, talleres mecánicos de barcos y helicópteros, la flota de pesca, fabricamos entre 1,5 y 2 millones de latas de conserva al día, distribuimos en tiendas y también fabricamos tapas de abre fácil y botes.
-Con acero asturiano,..
-Todo lo que puedo lo compro aquí. El acero se fabrica aquí y en Lugones nos lo cortan, lo esmaltan y lo mandan para México.
-En Asturias también tiene negocios inmobiliarios. Construirá el piso más caro de Gijón, 1,4 millones de euros.
-Lo de aquí no son negocios inmobiliarios, aunque no sé cómo llamarlo. No quiero perder dinero, pero no necesito ganar mucho. Yo no soy constructor, lo que quiero es hacer edificios que embellezcan Gijón. ¿Ese ático? Alguien habrá que lo pagará, se va a vender. Y creo que se tiene que ver como algo bueno que salga a un precio alto, no caro. Otros constructores lo van a ver y pensarán que pueden hacer cosas aquí. Hay departamentos en Londres que valen 60 millones. Le estamos dando categoría a Gijón.
-Y tras esta obra, ¿tiene algún otro edificio en mente?
-Si sale alguno de estas características... Le he dicho a la alcaldesa que, una vez que se hagan los números, una parte del beneficio se la voy a regalar a Gijón para obras benéficas.
-Asturias está sumida en cierto pesimismo, ¿qué cree que nos falta?
-Los asturianos somos muy conservadores. Yo también. Tenemos gran empuje fuera, pero es como si Asturias nos coartara y la región, desgraciadamente, ya no es rica. El apoyo público en el fondo tampoco ayuda, acostumbra a la gente a vivir de las dádivas. Y pese a esto, el asturiano vale mucho, es gente dinámica y valiente.
-Los jóvenes salen fuera buscando oportunidades. ¿Qué les aconseja?
-Que sean echados para adelante. Hay que ser osado a la edad adecuada.
-Ahora parece que solo hablamos de descarbonización, ¿qué le parece este proceso?
-No podemos contaminar el mundo. Nosotros ponemos nuestro granito de arena para que haya menos contaminación, ya no producimos con plásticos, tenemos plantas de tratamiento de agua..., pero tampoco hay que tomarlo como una religión. No caigamos en politiquería.
-¿Cómo les afectó la covid?
-Muy poco. Además, lo cuidamos desde el principio, pero yo sí tuve coronavirus y me afectó al pulmón un poco.
-En la firma con Armón dijo que no cree que le dé tiempo a contratar muchos más barcos. ¿Piensa en la jubilación?
-No, lo dije por edad. Luego no sé qué harán mi hija y mi yerno, que es el director general.
-Usted insiste en que ya les ha inculcado amor por Asturias.
-Eso sí. El día que yo falte creo que mi hija heredará mi puesto en la Fundación Princesa de Asturias y espero que siga apoyando a esta región. También al Museo de la Emigración. Pero yo espero seguir haciendo esto muchos años. A mí me gusta la vida como la tengo.
-Hablando del museo, después de reflotarlo, ¿en qué situación se encuentra?
-Va muy bien. Mi misión fue lograr grupos de apoyo con dinero y tenemos una posición mucho mejor. Se nos ha muerto algún compañero, como Plácido Arango, pero vamos reponiendo. Ahora va a entrar la familia Servitje, de Bimbo.
-Usted ha tenido relación con el Rey emérito, ¿qué le parece su situación?
-Malo de aquel país, familia o persona que castiga mucho los defectos y no reconoce los favores. No me gusta el trato que están dando a una persona que ha hecho tanto por España, aunque haya cometido algún error.
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