La Abogacía del Estado ya trabaja para regularizar la regasificadora de El Musel

Una vez sabido que Enagás negocia con grandes comercializadores para dar actividad a la regasificadora de El Musel como almacén gasístico, cabe recordar que -antes de entrar en harina sobre sus futuros usos- el Gobierno central debe regularizar las instalaciones para que puedan entrar en funcionamiento. A buscar vías para ello se comprometió el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, en su visita a la región del pasado 31 de diciembre. Y el Principado, aún bajo la «premisa de prudencia» siempre deseable en estos casos, confía en que así sea. El cómo ya no está tan claro. «El proceso lo tiene que decir la Abogacía del Estado, que está trabajando en ello», aseguró ayer el director general de Minería y Energía, Isaac Pola.

La regasificadora tiene en contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ratificada por el Tribunal Supremo, porque en el momento de su construcción incumplía la ley. Sin embargo, según defienden ambas administraciones (regional y central), tras la actualización de la normativa las instalaciones de El Musel cumplen con todos los requisitos exigibles.

«Una vez que la regasificadora esté definitivamente regularizada, tendremos que hablar de su puesta en servicio», resumió Pola. Esta apreciación no carece de importancia, ya que la carísima infraestructura (fueron 380 millones más los 26,2 anuales que cuesta su mantenimiento) se encuentra hibernada desde el mismo momento de su construcción, en octubre de 2012. Y «después de la regularización seguirá hibernada, hasta que se le dé juego de mercado», recuerda.

En este sentido, la función esencial de la regasificadora, construida para inyectar gas a la red de transporte primario de gas natural del conjunto del Estado, quizá tenga que esperar. La demanda actual, que ni de lejos alcanza la de los años de vacas gordas, obliga a «buscar otras funcionalidades, que permitan que la regasificadora funcione, y estas pasan por los almacenamientos intermedios y el bunkering».

Pero estos nuevos usos que Enagás está explorando no están reconocidos administrativamente, por lo que requerirán la bendición del Gobierno regional y, sobre todo, del ministerio. Ambos, informó Pola, están dispuestos a desarrollar las reformas necesarias para que Enagás no se encuentre aún con más trabas. Por otra parte, recordó el director general, «habrá que plantear tarifas de bunkering (repostaje de buques) que sean competitivas con las de otros puertos europeos».

Nueva reunión, el jueves

De este y otros muchos temas tratarán pasado mañana el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Francisco Blanco, los responsables de Enagás y el propio Pola, que se reunirán en Oviedo para compartir información sobre los avances del proceso.

EL COMERCIO publicó este domingo que uno de los grandes comercializadores con los que está negociando Enagás es la rusa Novatek, propietaria al 50,1% de la gran planta productora de gas natural licuado de Yamal LNG, que se está acabando de construir y cuya entrada en funcionamiento está prevista para finales de este año. Fuentes cercanas al proceso confirmaron ayer que no es la única compañía con la que negocian.

No en balde, insisten, «Enagás está trabajando para convertir la planta de regasificación de Gijón en un 'hub' logístico internacional de Gas Natural Licuado». Y para ello, participa en diferentes proyectos, como el Core LNGas Hive, para desarrollar la cadena logística de GNL y utilizarlo como combustible para el transporte. El puerto gijonés es uno de los 42 socios participantes y, por su posición geoestratégica, podría consolidarse como un referente europeo.

El Musel también ha estado participando en un estudio sobre la demanda de GNL y en un análisis sobre la cadena de suministro en el corredor atlántico, entre otros.

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