Empresarios y sindicatos asturianos urgen medidas para salvar la economía

Barbón, junto a la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, y el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, se reunió primero con la presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (Fade), María Calvo, y los secretarios generales de CC OO y UGT, José Manuel Zapico y Javier Fernández Lanero, respectivamente. Después lo hizo con los presidentes de las tres cámaras de comercio asturianas.

Del lado de los empresarios, Calvo puso sobre la mesa cuatro medidas, cuya decisión «no se puede dilatar»: desacoplar el precio de la energía del del gas; reducir los impuestos, para que ante esta escalada Estado y autonomías no recauden más; que se pongan en marcha medidas de flexibilidad laboral, como los ERTE de fuerza mayor y mecanismos RED, e impulsar herramientas para ser independientes energéticamente, petición en la que se incluye poner en marcha la regasificadora de El Musel. Además, abogó por hacer «un esfuerzo salarial» para que los sueldos no crezcan al mismo ritmo que la inflación y tomar como referencia, por ejemplo, la subyacente.

Por su parte, los comités ejecutivos de las tres cámaras habían acordado por la mañana una hoja de ruta de seis páginas, también con medidas «extraordinarias y urgentes», entre ellas la aplicación hasta el máximo permitido de la compensación por los derechos de emisión del CO2, para evitar el cierre de las electrointensivas, pero también desacolplar el gas de la tarifa eléctrica, la puesta en funcionamiento de la regasificadora, que «no admite más demoras», reducir o suprimir los impuestos que gravan las gasolinas, revisar las políticas agroalimentarias, desburocratizar los trámites para las empresas o aceptar extracostes en las concesiones y concursos en vigor. Además, las cámaras creen que España debe afrontar un gran pacto de estabilidad con todos los agentes implicados y hacen un llamamiento a la sociedad «para que durante este periodo se haga un ejercicio de responsabilidad y que no se produzcan conflictos sectoriales».

Por su parte, José Manuel Zapico resumió en tres ideas las medidas inmediatas que reclamó al Principado: reducir el precio de los billetes de autobús y ferrocarril a la mitad para fomentar su uso ante la escalada de los combustibles, desplegar más ayudas contra la pobreza energética y construir un nuevo fondo de contingencia para pymes y autónomos. Lanero, a su vez, insistió en medidas que puede tomar España sin esperar a Europa, como elevar las compensaciones máximas por el CO2 a las electrointensivas de los 179 millones actuales a los 450 posibles, o poner un IVA superreducido del 4% al recibo eléctrico. También defendió sacar al gas de esa tarifa; buscar bonificaciones en los peajes e, incluso, topar los precios de los carburantes y constituir reservas estratégicas. Por otro lado, también reclamó aumentar el escudo social, como puede ser ampliar el bono social energético, y fortalecer el transporte público.