Instalaciones de Arcelor en Gijón que experimentarán una transformación. ARNALDO GARCÍA

Los empresarios piden «maximizar» el impacto de la inversión de Arcelor en todos los sectores

Señalan que la reconversión de la empresa será «un hito» para la reindustrialización de Asturias, pero advierten de que «no está todo hecho»

Domingo, 19 de febrero 2023, 04:20

Los 460 millones de euros aprobados ayer por Europa para la transformación productiva de Arcelor con ese proceso de descarbonización de sus plantas y el desarrollo de una nueva acería verde marcan un antes y un después en la reindustrialización de Asturias. ... El anuncio llegaba después de año y medio de intensa negociación y espera -la solicitud tenía lugar en julio de 2021-, salpicados de mucha incertidumbre en un contexto económico desfavorable. Por eso fue inevitable una satisfacción generalizada entorno a un «buen día para Asturias», que 24 horas después se mantenía, pero entrando ya en la reflexión de un contexto general para la industria y el sector empresarial regional.

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La primera en aterrizar la «gran trascedencia» de la noticia fue la presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo. Tras calificarla de «hito» para la «necesaria reindustrialización» de la región, quiso advertir de que «no está todo hecho». Calvo ve este como el «primer paso» de un proyecto «mucho más amplio» para el que hay otras exigencias: «Hay que asegurar la financiación necesaria para completarlo, la competitividad de las instalaciones mientras se despliega y el acompañamiento de una regulación que permita el consumo generalizado de hidrógeno como fuente de energía».

Y no solo eso, sino que además, la líder de la patronal empresarial que la «sustanciosa» inversión que se llevará a cabo -el proyecto está cifrado en 1.000 millones- tendrá un notable impacto en el tejido empresarial regional. Una cuestión esta que lleva a FADE a reclamar al conjunto de las administraciones «a colaborar para maximizar el impacto de esta inversión en toda la cadena de valor asturiana, teniendo especialmente en cuenta a la pyme».

En esa misma línea se pronunció su homólogo en Femetal. Antonio Fernández-Escandón confía en la hoja de ruta marcada y que Arcelor «pueda cumplir» con esa fecha de finales de 2025 para su puesta en funcionamiento. No obstante, la patronal del metal reclama que la inversión de la multinacional siderúrgica «tenga un claro retorno para las empresas del sector del metal de Asturias». Un conglomerado que, a su juicio, «cuenta con la capacidad de fabricación suficiente para hacer los componentes que forman parte de este proyecto estratégico para Asturias».

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Tras la confirmación del respaldo económico europeo, que el Ministerio de Industria confía que llegue a manos de Arcelor «en semanas», el proyecto deberá ahora refrendado por el comité de inversiones de la multinacional. Será entonces cuando empiece a correr el tiempo para la construcción de una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI) abastecida con hidrógeno verde -la primera de estas características en España- y un horno híbrido de arco eléctrico en las instalaciones de Gijón.

Las Cámaras de Comercio asturianas también aplaudieron ayer la noticia. «La nueva revolución industrial ha empezado y Europa ambiciona volver a liderarla», aseguró el presidente de la Cámara de Avilés. Daniel González cree que la inversión «garantiza décadas de producción de acero en suelo europeo» y que, «al igual que ocurrió en la década de los 50, Asturias volverá a ser pionera en los nuevos procesos de producción industrial del acero».

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«A la vanguardia»

La misma euforia transmitía el presidente cameral gijonés, Félix Baragaño, para quien esta inversión «de futuro» será capaz de poner «a Asturias y a Europa a la vanguardia del sector siderúrgico, unido al sector energético», asegurando la viabilidad de las plantas regionales para las próximas décadas. Por ello, Baragaño pide máxima colaboración entre «empresa, administración, proveedores, trabajadores y sociedad en general». Una unión y una ayuda que ve fundamental para que el proyecto «sea una realidad cuanto antes».

Satisfecho, pero más comedido se expresó el vicepresidente de la Cámara de Oviedo, José Manuel Ferreira, para quien «aún quedando un largo camino para completar las inversiones», la de ayer es una «excelente noticia» que lanza «buenos augurios sobre nuestro amenazado futuro industrial». Pero, dicho esto, volvió a reclamar «agilidad en las tramitaciones, y determinación política» para mejorar las que calificó de «ineficientes e injustas» regulaciones. Una cuestión esencial para, añadió, garantizar una competencia «en igualdad» a las empresas industriales «en un mercado abierto».

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También reclamó Ferreira que, «como excepcionalmente ocurre con Arcelor» aumente la intensidad de las ayudas «para las inversiones que por razones de orientación política en favor de la descarbonización deban realizar las empresas». «Estamos ante un tiempo de oportunidades en la reindustrialización y relocalización de manufacturas», concluyó.

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