Marco Menéndez y FOTOS: DAMIIÁN ARIENZA
Gijón
Miércoles, 7 de abril 2021
Las mercancías que se mueven a través del puerto de El Musel no tiene como destino o punto de salida solo a Gijón. Ni siquiera a Asturias. El área de influencia o 'hinterland' del puerto gijonés es mucho más amplio, prácticamente todo el noroeste ibérico, ... incluido el norte de Portugal, llegando incluso hasta Madrid. Por eso, uno de los principales activos de un puerto de estas características es su accesibilidad a través de diferentes medios de transporte. Está claro que El Musel tiene conexiones diarias por mar con diferentes puertos de España y del norte de Europa, lo que le permite también servir como puerto de tránsito. El transporte por carretera es el más importante y una de las principales ventajas de las instalaciones portuarias, ya que dispone de vías de alta capacidad que lo conectan con toda la cornisa cantábrica y con la meseta, salvando, eso sí, los últimos kilómetros, que atraviesan la ciudad. Finalmente, el ferrocarril también es muy importante para El Musel y prueba de ello es que prácticamente todos los muelles cuentan con infraestructura ferroviaria.
Publicidad
Butano y propano, gasolina, gasóleo, betún de petróleo y productos asfálticos y fuelóleo
Cereales, abonos, coque, resto de minerales, cemento y clínker, carbones, mineral de hierro y chatarra
Carbones, cemento y clínker, cereales, mineral de hierro y mineral de hierro pelletizado
A la vista de las facilidades de conectividad que ofrece El Musel a los diferentes operadores logísticos, no es de extrañar que lleguen a las dársenas locales multitud de productos diferentes, desde legumbres hasta mineral de hierro, pasando por un largo etcétera. Además, hay que tener en cuenta el tráfico de contenedores, que pueden llevar cualquier tipo de mercancías. El Puerto de Gijón finalizó 2020 con una cifra de tráfico de 16,1 millones de toneladas, de las que 640.000 fueron graneles líquidos, 13,6 millones fueron graneles sólidos y algo más de 1,8 millones, mercancía general. Se trata de una instalación principalmente importadora, pues el 63% de las mercancías desembarcadas procedía de otros países. No obstante, en los últimos años el porcentaje de productos exportados se ha incrementado de manera notable, debido a la creciente necesidad de las empresas asturianas y del 'hinterland' del puerto de diversificar mercados y apostar por políticas de internacionalización.
Los tipos de mercancías se dividen en una serie de categorías esenciales, como son los graneles líquidos, los graneles sólidos sin instalaciones especiales –aquellas que se desembarcan directamente en el muelle, sin equipamientos especializados–, los graneles sólidos que sí cuentan con instalaciones especiales y la mercancía general, donde prácticamente cabe de todo. En cuanto a los graneles líquidos, se trata de productos energéticos que se estiban o desestiban mediante tubería y aquí se encuentran el butano, el propano, la gasolina, el gasóleo, el fueóleo, el betún de petróleo y los productos asfálticos. La inmensa mayoría de estos productos son de entrada a El Musel y proceden de algún puerto español.
En cuanto a los graneles sólidos sin instalación especial, por los muelles gijoneses pasan abonos, coque, minerales, cemento, clínker, carbones, mineral de hierro y chatarra. La gran mayoría tienen como procedencia o destino puertos extranjeros. Lo mismo ocurre con los graneles sólidos con instalación especial, donde se mueven carbones, cemento, clínker, cereales y mineral de hierro. En este apartado los carbones y el mineral de hierro protagonizan la importación.
La carga general es la más diversa y hay que recordar que son productos que se pueden embarcar directamente en las bodegas de los barcos o dentro de un contenedor, según convenga al cliente, las dimensiones de los productos e, incluso, el punto de destino. ¿Qué tipo de mercancía se puede encontrar en este apartado? Literalmente de todo. Las estadísticas de la Autoridad Portuaria de Gijón hablan desde talco hasta madera, pasando por calderería pesada, carril, papel y productos químicos, entre muchos otros. Viendo los productos transportados uno se puede hacer una idea de dónde proceden las mercancías, como puede ocurrir con el carril, la chapa de acero y el alambrón, que son productos elaborados por ArcelorMittal, mientras que las escaleras mecánicas las construye Thyssen y todo lo que tenga que ver con maderas, papel y pasta tiene relación con la papelera que Ence tiene en Navia. Pero también se pueden encontrar vehículos de las factorías de Palencia y Valladolid, cereales de Castilla y León, y productos energéticos que tienen como destino diferentes localidades de la meseta.
Publicidad
Talco, maderas, calderería pesada, carril, carbones, papel y pasta, productos químicos, butano y propano, gasóleo, otros productos petrolíferos, otros productos siderúrgicos, betún de petróleo y productos asfálticos, escaleras mecánicas/pasarelas, alambrón, perfiles de acero, vehículos, piensos y forrajes, cemento y clínker, cereales, chatarra, chapa de acero, fuelóleo, resto de minerales, resto de mercancías, plataformas, cabinas tractoras, camiones, mineral de hierro, mineral de hierro pelletizado, coque y abonos
Cereales y sus harinas, frutas, hortalizas y legumbres, vinos, bebidas, alcoholes y derivados, conservas, tabaco, cacao, café y especias, aceites y grasas, otros productos alimenticios, pescados congelados y refrigerados y pienso y forrajes
En un puerto eminentemente granelero está claro que las mayores cantidades de una mercancía llegarán de países productores de carbón y mineral de hierro. Se trata de Brasil, Canadá, Rusia, Colombia, Australia, Estados Unidos y Polonia, mientras que los principales destinos de los productos embarcados en El Musel son puertos de Marruecos, Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos, Francia e Irlanda.
El de 2020 fue un año excepcional, sin duda, debido a la pandemia sanitaria y la consiguiente crisis económica. A pesar de ello, por El Musel pasaron más de 16,1 millones de toneladas de mercancías de todo tipo, gracias a las escalas realizadas por casi 1.200 buques. Fue significativo el incremento del carbón en los muelles comerciales, con 4,34 millones de toneladas, doblando la cantidad del ejercicio anterior. También continuó creciendo el tráfico de contenedores, con un nuevo récord anual de 84.809 TEU (contenedores de 6,1 metros de longitud). La peor parte se la llevó la terminal granelera de EBHISA, que movió 6,77 millones de toneladas, lo que supuso un descenso del 31% con respecto a 2019.
Publicidad
millones de toneladas de mercancías movidas en 2020 en los muelles de El Musel
de las mercancías que pasaron por los muelles procedían de la importación
contenedores de 6,1 metros de longitud movidos. Un nuevo récord del puerto
buques operaron el año pasado en el Puerto de Gijón, a pesar de la pandemia sanitaria
Por las dársenas gijonesas, en 2020 pasaron 46 productos diferentes, si bien solo diez aglutinan el 98% de las mercancías movidas (carbones, mineral de hierro, cemento, mercancía general contenerizada, otros minerales, productos siderúrgicos, gasóleo, cereales, cemento en grandes sacos y productos metalúrgicos). Pero hay cantidades relevantes de otros productos, como las 18.440 toneladas de café.
En cuanto a los clientes del puerto, el principal es ArcelorMittal, que opera casi en exclusiva en la EBHI, pero también trabaja con la mercancía general contenerizada, así como Azsa, Industria Química del Nalón, Industrias Doy, Dupont, Aleastur, Reny Picot, Seprolesa, Luengo, Plantafarm y un largo etcétera de empresas.
Publicidad
Tudela Veguín mueve la mayor parte del cemento y el clínker, mientras que CLH y GALP se encargan de la importación de gasolina. También son muy importantes las importaciones de cereales con destino a la factoría de Harinera Villafranquina, en Arévalo (Ávila), que salen del puerto en ferrocarril a través de la instalación de Ership.
El CIFP del Mar ofrece formación profesional con la que dar respuesta a las necesidades formativas del sector marítimo.
El mar es una gran oportunidad de emprendimiento y de trabajo. Esto se debe principalmente a la variedad de actividades empresariales e industrias vinculadas al mundo marítimo, y también al abanico de formaciones requeridas para el desarrollo y ejercicio de las profesiones del sector. Así lo entienden desde el Centro Integrado de Formación Profesional del Mar, dependiente de la Consejería de Educación del Principado, situado a escasos metros del Puerto de Gijón y cuya historia comienza en 1965 con la creación de la Escuela Náutico-Pesquera, donde se comenzó impartiendo estudios de Formación Profesional Náutico-Pesquera para personas adultas. En 1979 la Escuela pasa al edificio actual.
Actualmente se imparten enseñanzas propias de formación profesional inicial, acciones de inserción y reinserción laboral, y formación permanente. Así, busca dar respuesta a las necesidades formativas del sector marítimo, además de satisfacer las necesidades individuales y expectativas personales de promoción profesional. Sus enseñanzas se extienden a todas aquellas áreas directamente relacionadas con el mar como la náutica recreativa, la estiba y servicios portuarios, o astilleros, entre otros.
Dentro de la formación profesional inicial, el CIFP imparte ciclos de Técnico en Mantenimiento y Control de la Maquinaria de Buques y Embarcaciones, Técnico en Navegación y Pesca de Litoral, Técnico Superior en Organización del Mantenimiento de Maquinaria de Buques y Embarcaciones y Técnico Superior en Transporte Marítimo y Pesca de Altura. Respecto a la formación profesional para empleo, se imparten certificados de profesionalidad, que habilitan para trabajar como Estibador, Marinero Pescador, como Técnico de Instalaciones Náutico Deportivas, o como tripulación de cruceros o megayates, entre otros. Además, se imparten cursos de especialidad marítima entre los que destacan Formación Básica en Seguridad Marítima o buques de pasaje.
El CIFP tiene otros objetivos como es la prestación de los servicios de información y orientación profesional; el establecimiento de un espacio de cooperación entre el sistema de formación profesional y el entorno productivo sectorial, participar en procedimientos de acreditación de experiencia laboral(PEAC), colaborar con centros de referencia nacional, observatorios de las profesiones y ocupaciones, institutos de cualificaciones y otras entidades en el análisis de la evolución del empleo y de los cambios tecnológicos y organizativos que se produzcan en el sistema productivo de su entorno; y fomentar la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.
En resumen, el CIFP es una institución al servicio de los ciudadanos y del sector productivo, y su principal objetivo es contribuir a la cualificación y recualificación de las personas, acomodándose a sus distintas expectativas personales.
BRANDED CONTENT
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.