Ser parte de la solución

En EDP tuvimos claro desde el primer momento que no podíamos fallar en estos momentos y que debíamos mantener y reforzar nuestras prioridades como compañía: garantizar la seguridad de nuestras personas así como el suministro y la atención a nuestros clientes.

Estas medidas también se aplican a nuestras empresas colaboradoras, con las que mantenemos una estrecha relación. Las hemos apoyado en estos difíciles momentos con distintas acciones para poner en valor su actividad y para que mantengan el empleo.

Así, gracias al esfuerzo, responsabilidad y profesionalidad de todos, hemos conseguido dar continuidad y garantizar nuestras actividades en generación, con centrales disponibles; en distribución, con una red fiable y garantizando el suministro, y, por supuesto, atender todas las principales necesidades de nuestros clientes en el área comercial.

En este sentido destacan dos factores que han incidido en esta normalidad: las nuevas formas de organización del trabajo y la digitalización. Las medidas adoptadas nos han permitido contar con casi el 80% de las personas teletrabajando y el 20% realizando sus tareas de forma presencial, por la naturaleza específica y esencial de su trabajo.

En la situación actual también hemos reforzado el compromiso con nuestros clientes y con la sociedad, con medidas adoptadas antes de la declaración del estado de alarma. Nuestro objetivo es contribuir a reducir el impacto del nuevo coronavirus y favorecer una rápida y segura recuperación.

Desde EDP apoyamos, a través de un fondo social con el que suministramos energía gratuita, iniciativas solidarias de nuestros clientes en toda España, principalmente en Asturias. En esta línea también apoyamos el esfuerzo de nuestros clientes hoteleros y el de los profesionales sanitarios, para quien lanzamos promociones especiales.

Nuestra Fundación también ha realizado varias iniciativas vinculadas a paliar los efectos de la crisis sanitaria en la región. Entre ellas, la colaboración para fabricar hidrogel, la ayuda al Banco de Alimentos y la donación de 460 equipos informáticos al alumnado más afectado por la brecha digital.

Realmente todo esto se hizo conociendo muy clara y continuadamente el impacto en las personas, identificando vulnerabilidades y tomando decisiones con sentimiento y empatía. Porque al final de cada decisión, nos gustaría que de alguna forma impactara positivamente en la vida de las personas.

Estas y otras iniciativas han podido desarrollarse gracias a empresas y particulares afincados en Asturias, así como a la propia Administración con quien hemos trabajado de la mano. Esto demuestra el potencial de la región para superar satisfactoriamente el escenario actual. Tiene talento, industria y energía para ello. Hará falta además mucha flexibilidad y adaptación al nuevo entorno.

Ahora tenemos que prepararnos para un regreso a una nueva normalidad. Estará nuevamente centrado en la seguridad de las personas, en la continuidad de nuestro servicio esencial de suministro eléctrico y de atención a nuestros clientes. Tendrá que ser muy progresivo, con reglas que minimicen riesgo de nuevos contagios, pero con una enorme responsabilidad de estimular la recuperación de la actividad económica y social.

Debemos estar preparados y dedicar a ello todo nuestro esfuerzo. «Pon todo lo que eres en lo mínimo que hagas», que escribió Fernando Pessoa.