La economía de Asturias no logrará crecer por encima de la nacional

En lo que tiene que ver con los últimos doce meses, el análisis sectorial realizado por Hispalink muestra las importantes contribuciones al crecimiento del sector servicios y, en menor medida, de la industria, con un ligero retroceso para la actividad constructora. Así, el indicador de la cifra de negocios de los servicios acumula hasta septiembre una subida del 4,8%, más intensa que la estimada en el mismo período para el conjunto nacional (2,6%). En lo que respecta al consumo, se observan incrementos del índice de ventas del consumo de electricidad (4,3% acumulado hasta octubre; 5,6% en alimentación) y de las matriculaciones de turismos (14,4%).

Sin embargo, la industria regional atraviesa una coyuntura compleja e incierta, según Hispalink-Asturias, que hace referencia a las estimaciones del Índice de Producción Industrial (-2,7% hasta octubre) y Sadei (crecimiento interanual del 1,1% en el mismo período). También destaca la evolución negativa en el Índice de Cifra de Negocios de la Industria, cuya tasa acumulada hasta septiembre supone un retroceso de medio punto, tanto en Asturias como a nivel nacional.

En lo que tiene que ver con los restantes indicadores coyunturales disponibles para la industria, llama la atención sobre comportamientos dispares: la evolución más favorable va asociada al consumo de electricidad, tanto general como de usos industriales, mientras se dan comportamientos negativos en indicadores como la producción de electricidad, el comercio exterior o el movimiento de mercancías en puertos.

Po otro lado, el sector agrario de Asturias, tras el declive experimentado durante los últimos años, tiene este ejercicio buenas perspectivas. Destaca el crecimiento acumulado por las producciones de carne y las capturas pesqueras y el informe prevé un incremento del valor agregado bruto agrario (VAB) del 6,3%.

En el extremo opuesto se sitúan las predicciones de la construcción, para la que se espera una tasa interanual ligeramente negativa. Esta debilidad se refleja en indicadores como el consumo de cemento.

A pesar del aún importante crecimiento de la economía regional en 2024, en el medio plazo, las previsiones son menos optimistas. El equipo Hispalink-Asturias prevé que el ritmo de crecimiento se atenúe hasta el horizonte 2026, con gran incertidumbre sobre la evolución del sector industrial. Así, las tasas de variación interanual previstas son del 2,1% para 2025 y del 1,9% para 2026, inferiores en ambos casos a las esperadas para el conjunto nacional.

Así, la economía española afronta el período 2024-2026 con expectativas de mejora sostenida del PIB nacional, aunque esta se vaya ralentizando. El último Panel de Funcas (noviembre 2024) ha mejorado sus previsiones anteriores, incrementando la tasa de consenso para 2024 hasta el 3%, aunque hay distintas predicciones que se mueven entre el 2,8% y el 3,2%. Para los años 2025 y 2026 se espera un menor crecimiento del PIB de España –2,3% y 2,1%–, basado en el comportamiento expansivo de construcción y servicios, mientras la industria se ralentiza y la agricultura experimenta un cierto retroceso.