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ó. pandiello
Martes, 1 de octubre 2019, 01:40
Duro Felguera hizo públicos ayer los resultados financieros del primer semestre del año. Las cuentas, según los datos aportados por la empresa de ingeniería asturiana a la CNMV, vuelven a la senda de los beneficios tras un 2018 marcado por las pérdidas y la incertidumbre en el seno del grupo. Así, la empresa registró hasta junio un resultado neto de 820.000 euros, lo que supone un cambio de tendencia respecto al mismo periodo del año pasado, cuando arrojaba unos números rojos de 54,9 millones de euros.
Una de las claves de esta buena coyuntura es, según el comunicado de la empresa, la resolución favorable en el conflicto judicial abierto hasta hace unos meses con Samsung C&T Corporation. En concreto, el impacto de esta sentencia favorable en el patrimonio y en la cuenta de resultados del primer semestre de 2019 asciende a 9 millones de euros, que se suman al impacto positivo de 38 millones de euros que se sumaron a las cuentas de 2018.
Además del resultado neto, la compañía registra una facturación de 178,4 millones de euros entre enero y julio, con una cartera de pedidos de 667,9 millones de euros, tras haber incorporado nuevos clientes como ExxonMobil, Repsol, Endesa, Cepsa o British Petroleum, según destacan. Ambos datos, sin embargo, suponen un descenso respecto a los seis primeros meses de 2018. Así, las ventas se redujeron en casi un 20% mientras que la cartera de proyectos se vio reducida en casi 300.000 euros.
A ojos de la ingerniería asturiana, la implementación del Plan Estratégico 2019-2023 explica en buena medida esta positiva senda emprendida en los seis primeros meses del año. El beneficio bruto de explotación (ebitda), en este sentido, también aumentó hasta los 10,8 millones de euros en el periodo, más que duplicando los cuatro millones de euros esperados en su última previsión. Los 820.000 euros de resultado neto, además, contrastan con las pérdidas de casi 55 millones de euros que se dieron en el primer semestre del pasado año.
Bajada en la deuda
Otro de los aspectos subrayados por le empresa asturiana es el de la deuda financiera, que ha descendido drásticamente respecto al mismo periodo de hace un año. Atendiendo a las cuentas aportadas por la compañía, la deuda financiera neta pasó en apenas doce meses de 292 millones de euros a los apenas 18,3 de este primer semestre. «Esto es debido al efecto de la ampliación de capital y la refinanciación realizadas en julio de 2018», afirma la empresa en su informe de resultados.
En relación a los procesos de desinversión planteados por la empresa en el citado Plan Estratégico, Duro sostiene que «se están cumpliendo de acuerdo a las previsiones habiéndose materializado la venta de la planta de Cartagena y ultimando la venta de otros activos no estratégicos». La empresa, según se explicita en el informe, sigue inmersa en la búsqueda de un inversor industrial que haga las veces de socio. El objetivo, «reforzar la posición patrimonial y la tesorería» de la empresa. En ello, precisamente, centrarán sus esfuerzos a lo largo de los próximos meses.
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