Duro Felguera afronta un despido «traumático» a la espera de inversores

Son datos aportados por la propia compañía en el informe financiero remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El mismo informe en el que se reseña igualmente que «los efectos del conflicto de Ucrania y el conflicto diplomático entre España y Argelia han impactado en los flujos de explotación del Grupo desde el mes de marzo» al generar tensiones económicas que afectan a sectores en los que tradicionalmente opera la compañía asturiana. Con todo, la deuda financiera de Duro Felguera a 30 de junio era de 117,9 millones de euros.

Con ese telón de fondo, la ingeniería asturiana planteaba esta semana el despido de 208 trabajadores en Asturias y 40 en el extranjero. La plantilla dice «no entender nada», poniendo el acento en el hecho de que la empresa ha dado beneficios a pesar de la coyuntura geopolítica y las tensiones económicas del momento. Duro Felguera, sin embargo, hace hincapié en que los proyectos previstos se han ralentizado debido a las circunstancias internacionales y su viabilidad se está viendo comprometida. Son las dos caras de un conflicto que ha puesto en pie de guerra a los sindicatos, que ya anuncian una movilización para el próximo 18 de octubre.

El despido colectivo llega en un momento en el que Duro Felguera busca nuevos inversores para garantizar su salvación. El consejero delegado de la compañía, Jaime Argüelles, aseguraba esta semana a EL COMERCIO que se producirán «próximamente» incorporaciones «muy interesantes» de socios industriales con capacidad financiera. Los trabajadores le restan valor a estas declaraciones, porque «llevamos escuchando la cantinela de los inversores mucho tiempo sin que aquí venga nadie».

La mesa negociadora del expediente de regulación de empleo se constituía el pasado jueves. Un encuentro de trámite en el que la empresa presentó a los representantes sindicales cinco carpetas de documentación, como paso previo a la reunión prevista el próximo martes, en la que empezarán a discutirse las razones de un despido que los trabajadores consideran «desproporcionado» y «sin justificación ninguna».

Duro Felguera explica en los informes trasladados a la CNMV que su plantilla media ha pasado de tener 1.067 empleados a 31 de diciembre de 2021 a contar con 1.115 en junio de 2022 por necesidades específicas de los proyectos en curso. Pero los trabajadores describen otro escenario, poniendo de relieve que, en cuestión de cuatro años, se ha perdido casi un millar de empleos en la compañía, que actualmente tiene contratadas a 1.293 personas. Excesivas para el volumen de negocio actual, alega la empresa.

Sin embargo, en Duro Felguera hay departamentos sobrecargados de trabajo por falta de personal. Son las paradojas de una compañía que lleva conviviendo con la incertidumbre desde hace, al menos, seis años. Sus responsables fían el futuro de la empresa al ajuste de plantilla, a la entrada de nuevos inversores -mediante una ampliación de capital que podría superar los 30 millones de euros- y a un impulso de la actividad en sectores relacionados con las energías renovables. Todo ello en marcha. Y todo ello recogido ya en el plan de viabilidad que se presentó a la SEPI (Sociedad de Participaciones Industriales) y al Principado hace año y medio para recibir una inyección económica de 126 millones.