La dueña de Vauste demandará al antiguo propietario por la apropiación de 10,5 millones

La querella deberá ser presentada ante un juzgado de Alemania, ya que los 10,5 millones de euros han sido localizados en una entidad bancaria de Munich. «Se creó una sociedad para blanquear y el dinero se quedó en Alemania», apuntó Fuster. Al parecer, esa partida, cuya existencia era desconocida por los trabajadores, estaba destinada a ser invertida en maquinaria. La Audiencia Provincial ratificó recientemente que se ocultó la existencia de un contrato de compra-venta en el que se incluía dicha cantidad de dinero, por lo que Nacho Fuster indicó que «podría suponer la existencia de vicios ocultos que presuntamente podrían convertirla en una venta fraudulenta». Los trabajadores achacan a los responsables de la Consejería de Industria, «garante de los acuerdos de compra-venta», que no haya velado por los intereses de la plantilla y el futuro de la empresa.

El asunto será llevado el próximo jueves a la Junta General del Principado por el portavoz del Grupo Parlamentario de Podemos, Daniel Ripa, quien considera que «hablamos de la crónica de un cierre anunciado y un desguace en tres pasos. El fondo buitre (Quantum) guardaba el dinero de Tenneco y DSA realiza el proceso de liquidación y desguace». En opinión de Ripa, todo este proceso «se hizo con la complicidad o la incompetencia del consejero de Industria y del Gobierno del Principado».

No es este el único problema que planea sobre la factoría de Vauste, ya que la CSI ha hecho público una serie de informes elaborados en los años 2016 y 2017 que demostrarían la existencia de una balsa de contaminación en el subsuelo de factoría. Se informó de esta situación tanto al Ayuntamiento de Gijón como al Principado de Asturias y Podemos quiere saber «qué hicieron» al respecto ambas administraciones, según indicó la portavoz del grupo municipal, Laura Tuero. En las muestras tomadas a 15 metros de profundidad se detectaron distintos contaminantes potencialmente cancerígenos, pero Nacho Fuster alerta de que, «como existe un acuífero entre los 20 y 45 metros de profundidad que llega desde Gijón hasta Villaviciosa, dicha contaminación podría suponer un riesgo para la salud de los seres vivos». Es más, el sindicalista recuerda que dos trabajadores de la empresa están jubilados tras sufrir un cáncer compatible con dichos productos. «¿Qué actuaciones ha hecho el Principado? A la fábrica no fue nadie. No sabemos si esas sustancias tiene efectos sobre la salud de los trabajadores», apunta Daniel Ripa.

Estos asuntos serán tratados el jueves en la Comisión de Industria en la Junta General.