«El 80 % de lo que consumimos no es energía renovable y eso es preocupante»

La necesidad y la urgencia quedó clara, pero reiteradamente se pidió claridad y rapidez para afrontar los retos energéticos. «Estamos planteando la necesidad de este cambio en el modelo productivo porque hay una emergencia climática que así nos los exige y que cada día nos da más señales da alarma», reconoció el consejero de Industria, Enrique Fernández, porque «entre todos debemos hacer un esfuerzo por modificar la hoja de ruta».

Una hoja de ruta, aseguró, que en Asturias se mantiene, y animó a transformar el modelo productivo y energético hacia las energías renovables, «prescindiendo de los combustibles fósiles porque hay un 'mix' nuevo que hay que aprovechar y al que hay que vincular con una nueva actividad económica y un nuevo empleo. Pero hay que hacerlo, «sin que afecte a la seguridad del suministro», advirtió Luis Álvarez, de Edp.

La pandemia y la guerra de Ucrania aceleró una cuestión que ya existía y precisaba atención. «En el fondo vivimos una crisis como ya ocurrió con la anterior», dijo Arcadio Gutiérrez Zapico, director general del Club Español de la Energía, que insistió en el ahorro energético, la búsqueda de nuevos suministradores y el desarrollo de nuevas tecnologías. En este punto, recordó los momentos vividos en la década de los 70 que provocó la creación de centrales del carbón, el programa nuclear y las tecnologías de ahorro.

Pero los tiempos han cambiado y la necesidad de reconvertirse es más que evidente. Así lo explicó María Lorenzo, directora de Energía y Desarrollo de Negocio de Hunosa. «Queremos ser un ejemplo de transición no de destrucción» y recordó que la empresa nació y se desarrolló vinculada a la extracción del carbón, pero llegó el momento de adaptarse a nuevos planteamientos. «Hoy dejamos de ser una compañía minera para ser una energética; ya no podemos seguir explotando el carbón, pero hay otros recursos».

La energía eólica, la solar, la hidráulica y la biomasa son opciones de las que también se habló mucho en la jornada porque los datos son «preocupantes». «Casi el 80% de la energía que consumimos no es renovable», apuntó José María González Moya, director general, APPA Renovable, pese a que en electricidad, «las cosas se están haciendo mejor», ya que el pasado año el 47% de lo consumido fue renovable. Pero sigue habiendo una gran dependencia de los fósiles y eso afecta al incremento de los precios. «

La crisis ha disparado el precio de los combustibles fósiles», insistió Curro Laverón, responsable de Prospectiva Energética de Iberdrola, que se centró en los impactos de la situación energética en la transición y en las negociaciones climáticas. «Estamos muy lejos de cumplir con los acuerdos de París, a pesar del aumento de ambición de los compromisos nacionales. La energía no va bien». Pero «el carbón sigue siendo atractivo», aseguró Eloy Álvarez, académico de número de la Real Academia de Ingeniería, que reclamó un cambio de orientación política. Y a Europa le lanzaron una advertencia los diputados Susana Solís y Jonás Fernández: «Ha de volver a prepararse para un nuevo corte de suministro y hay que estar alerta y unidos».