El Congreso aprueba dar un mayor respaldo a la gran industria

La iniciativa, promovida por Izquierda Unida en la Junta del Principado, contó con el apoyo de todas las fuerzas del Parlamento asturiano, a excepción de Vox. El texto nació como una alternativa al estatuto de las electrointensivas aprobado por el Gobierno y que fue calificado por las fuerzas políticas, económicas y sociales asturianas como «insuficiente» por no responder a las necesidades de las grandes industrias asentadas en la región. Esta tarde, la portavoz del PSOE en la Junta, Dolores Carcedo; la del PP, Teresa Mallada; y la de IU, Ángela Vallina, fueron las encargadas de defender un texto que tiene como objetivo «mantener» el carácter industrial de Asturias, en palabras de la representante socialista.

El texto que salió adelante esta tarde abre un proceso legislativo en el Congreso de los Diputados por el que se plantea declarar como «estratégica» la industria de muy alto consumo de energía eléctrica radicada en España. La definición de este tipo de instalación pasa por aquellas que alcancen una relación de consumo «superior a 1,5 Kw por cada euro de valor añadido bruto y una intensidad comercial en su sector superior al 20%». Esta declaración conllevará aparejado el «acceso a los beneficios administrativos, fiscales y a los mecanismos de acceso prioritario y determinación de los precios energéticos que se fijarán» en el nuevo estatuto. La proposición de ley mandata además al Gobierno a tener aprobado el nuevo texto que regulará a estas industrias en un plazo máximo de tres meses desde la aprobación de la ley. «Queremos que el futuro de Asturias sea industrial», afirmó Dolores Carcedo.

La aprobación de este texto supone una enmienda al estatuto electrointensivo actualmente en vigor. El Gobierno abrió en este documento, el primero que regula las ayudas a este sector, la posibilidad a que empresas con un consumo medio de energía se pudieran sumar, orillando las necesidades específicas de grandes empresas cuyos costes energéticos pueden llegar a representar más de la mitad de todos los que tienen que asumir y que en Asturias tienen una gran implantación. «España no solo debe tener una industria básica, sino las condiciones que permitan su consolidación. Debe ser un objetivo de país», afirmó Ángela Vallina, quien recordó que Asturias se juega «más de 10.000 empleos directos», además de los indirectos y los inducidos, con esta cuestión. Por su parte, la portavoz del PP, Teresa Mallada, afirmó que la región «no se puede permitir perder otra empresa ni otro empleo». El PSOE, Unidas Podemos y el PP apoyaron la proposición planteada desde Asturias, una posición que contó con 274 votos a favor y que sumó también a formaciones como Foro y Ciudadanos. La proposición no contó con ningún voto en contra y sí con 67 abstenciones de grupos como Vox y el PNV.