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Varias cabezas tractoras, a la entrada de Gijón el pasado mes de marzo, durante los paros protagonizados por transportistas. DAMIÁN ARIENZA
Comprar un camión en Asturias exige una espera de año y medio y apenas hay de segunda mano

Comprar un camión en Asturias exige una espera de año y medio y apenas hay de segunda mano

La crisis de los chips y los cuellos de botella de la logística están demorando las entregas de vehículos

Lunes, 20 de junio 2022, 04:21

Faltan camiones. A los precios desbocados de los combustibles y la escasez de profesionales del volante, se une ahora otro problema: la imposibilidad de renovar la flota. La crisis de los microchips y los cuellos de botella en las cadenas de producción y logísticas han ampliado la espera para poder comprar uno de estos vehículos a alrededor de año y medio en Asturias y en todo el país. En el mejor de los casos, apuntan fuentes del sector, se rondan los doce meses, si no toca 'la lotería' de que algún comprador desista finalmente del camión encargado y pueda haber un atajo. Aunque esto es la excepción.

Tal es el problema de escasez de estos vehículos que el mercado de segunda mano se ha quedado desabastecido y los pocos que salen a la venta lo hacen a precios disparados. Aún así, desaparecen pronto ante la alta demanda. «La semana pasada se celebró en Ocaña una subasta de vehículos industriales que era muy visitada y casi no ha habido camiones, sí máquinas industriales, pero no camiones y antes siempre había», lamenta Ovidio de la Roza, presidente de Asetra y de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM). «No hay nada, incluso hay semirremolques en las fábricas ya comprados y pagados, pero paralizados porque no hay cabezas tractoras para engancharlos».

Y no se trata de una inversión menor. Una cabeza tractora de tipo medio cuesta entre 70.000 y 100.000 euros, a lo que hay que añadir entre 35.000 y 40.000 euros del remolque. La preocupación es mayor porque no hay visos de que el problema se vaya a resolver en el corto plazo y llueve sobre mojado para un sector en el que se acumulan los problemas. «Estamos de nuevo ante una tormenta perfecta», subraya De la Roza, ante la escalada de costes y la falta de camiones y profesionales -se calcula que en España hacen falta 15.000-. «Por lo menos tenemos trabajo, eso es cierto», se resigna.

La situación vuelve a ser alarmante para los camioneros, que estos días negocian con el Gobierno que se prorrogue la bonificación de 20 céntimos a los carburantes. Es una ayuda que ya ha sobrepasado con creces la escalada de gasolina y gasóleo de las últimas semanas, pero que se ve como «mejor que nada», aunque todos los analistas apuntan a que los precios seguirán subiendo en verano, cuando los desplazamientos en vehículos privados aún aumenten más, debido a las vacaciones, y se incremente el transporte de mercancías.

Tres euros

«Hay analistas que apuntan que los carburantes llegarán a los tres euros, no quiero creerlo», dice De la Roza, que reconoce que la situación «es muy complicada» y defiende el derecho de los camioneros a repercutir este alza de costes en el precio de los portes, «que costó mucho conseguir y que hay que usarlo». Es una cláusula de revisión pactada con el Gobierno para paliar las dificultades del sector y que «en Asturias se está realizando en su mayoría, aunque hay clientes que se resisten. Nos estamos adaptando».

La bonificación apenas supone un pequeño apoyo para los profesionales del volante, pero que no quieren perder. «Se logrará prolongar la ayuda hasta el 31 de diciembre», confía De la Roza, que defiende que trasladar el sobrecoste que implica la escalada actual a las tarifas «es la única salida».

Desde UITA, la organización que encabezó en Asturias los paros del transporte en marzo, su presidente, José Fernández, reconoce que las empresas en la comunidad están pagando «bastante bien» y se está repercutiendo la subida, «con Arcelor a la cabeza». En otros lugares no es así, lo que ha llevado a que se vuelvan a escuchar tambores de guerra en el sector, que en el Principado no tendrían el eco de los de hace tres meses.

Precisamente, tras quedar fuera el pasado mes de mayo de la plataforma nacional que promovió las protestas en todo el país, representantes de UITA se reunieron este fin de semana en Lugo para poner en marcha una federación que aglutine a los profesionales del norte de España para negociar con el Gobierno.

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