Cómo ahorrar en el supermercado ante la subida de precios

La cesta de la compra ha subido vertiginosamente desde que comenzara 2022 y la escalada del coste de vida se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los consumidores. La guerra de Ucrania, el paro de los transportistas y la crisis energética contribuyen al encarecimiento de los alimentos

El incremento de los costes en el proceso productivo y la escasez revierte en los precios. El consumidor final tiene escaso margen de maniobra sobre las tarifas pero sí puede seguir ciertas estrategias a la hora de ir al supermercado para conseguir cierto ahorro. Algunos de los 'trucos' que sugieren los expertos son los siguientes:

Esta sencilla acción permite ajustar la compra de los productos a las necesidades reales y reutilizar los alimentos para distintas recetas, de forma que se aproveche al máximo cada pieza de comida.

Contar con un presupuesto realista y ajustarse a él obliga a priorizar lo importante y, por lo general, revierte en una dieta más saludable. No se trata de recortar gasto y someterse a privaciones sino de planificar y tener cierta disciplina.

Un supermercado puede vender más caras las naranjas pero mucho más baratas las fresas. Saber qué comprar en cada sitio puede ser un elemento extraordinario de ahorro. Internet permite consultar desde casa todas estas cuestiones sin necesidad de recorrer a pie todas las tiendas cercanas, al menos en el caso de las grandes cadenas.

Las ofertas de 3x2 o la segunda pieza a mitad de precio está bien para aquellos artículos que sabes que usarás sí o sí pero no para los que responden a una compra impulsiva. Probablemente, no utilices más detergente del habitual por comprar varias unidades pero si te haces con dos pasteles en lugar de uno acabarás comiendo (y gastando) de más.

Aunque la tendencia, y las prisas, impulsen a comprar todo en un mismo supermercado, a menudo las fruterías, pescaderías o carnicerías de barrio ofrecen productos más económicos que las grandes cadenas; además, estarás fomentando la economía en el entorno.

Involucra al resto de miembros del hogar en la elaboración de la lista de la compra, así todos pondrán en común sus necesidades y es posible organizar los gastos en función de ellos. Conocer el coste real de las cosas constribuye a valorarlas.

Los productos de temporada, especialmente frutas y verduras, suelen ser más económicos y, además, están en su momento óptimo de consumo. Comprarlos a granel suele ser más económico, además de más sostenible. El productor se ahorra el gasto en embalaje y el medio ambiente lo agradece.

Aprovecha los descuentos especiales asociados a las tarjetas de fidelización. Consultarlos antes de planificar el menú semanal y hacer la lista de la compra sería lo ideal.

Algunos establecimientos abaratan el precio de productos cuya fecha de caducidad está próxima. Si sabes que los vas a consumir antes de que expire el plazo, adelante.

Las tentaciones son más tentaciones cuando el estómago ruge y todo apetece. Por eso, es mejor acudir a la compra bien comido.

Si el precio es bueno pero las cantidades demasiado grandes, piensa que no es necesario cocinar o comer todo en el momento. El congelador puede convertirse en un gran aliado. Te sorprendería la cantidad de alimentos que pueden ser congelados sin problema…

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