Claves para ahorrar casi 3.000 euros en la declaración de la renta

La propia comunicación del sindicato señala que las mayores ventajas fiscales las tienen quienes mejores salarios y mayor patrimonio acumulan. Bajo este precepto, explican que aquellas personas con ingresos superiores a los 600.000 euros al año pueden abaratar su factura hasta los 72.733 euros, mientras que en el caso de los que cobran menos de 21.000 las ventajas fiscales no llegan a los 1.390 euros.

De cara a final de año, desde Gestha recomiendan hacer aportaciones a los planes de pensiones o a los planes de previsión asegurados para conseguir así un ahorro fiscal en el siguiente ejercicio. Aunque el Gobierno está desincentivando esta herramienta y apostando por otras en las que contribuye el empresario, desde Gestha lo definen como una buena fórmula para ahorrar en el pago del IRPF. La aportación máxima a estos planes en 2020 era de 8.000 euros, cantidad que baja este año a los 2.000 y que el próximo ejercicio se reduce a 1.500.

Quienes compraron su vivienda habitual o realizaron algún pago para su construcción antes del 1 de enero de 2013 seguirán disfrutando de la desgravación, siempre y cuando hayan tenido deducciones por dicha vivienda en 2012 o años anteriores. Estos contribuyentes pueden deducirse hasta el 15% de las cantidades invertidas, con un límite de inversión de 9.040 euros. Teniendo en cuenta este techo, puede resultar interesante realizar un pago adicional -de 4.840 euros de media- para amortizar la hipoteca antes de que finalice el año para reducir la factura fiscal en 726 euros.

Quienes hayan vendido su vivienda a lo largo de este año tendrán que tributar por las ganacias obtenidas en el próximo ejercicio, con porcentajes de entre el 19% y el 26% para rentas de ahorro y ganacias superiores a los 200.000 euros. Pero si parte o el total de ese dinero se invierte en otra vivienda habitual, será posible neutralizar el pago. Los mayores de 65 años, los dependientes severos y los grandes dependientes están exentos.

Ser inversor en bolsa puede reportar grandes ganancias, pero también minusvalías. Por eso el cierre del año es buen momento para compensar las pérdidas generadas por acciones o fondos de inversión con las ganacias patrimoniales. También se pueden compensar los rendimientos de capital inmobiliario positivos con los negativos.

Los Técnicos de Hacienda recalcan que los contribuyentes que prevean que sus rendimientos netos del trabajo serán inferiores a 16.825 euros deben vigilar «en la medida de lo posible, que no haya rentas de otro tipo, como por ejemplo ganancias patrimoniales por venta de acciones o rentas por alquileres de inmuebles, superiores a 6.500 euros». En dicho caso, afirman, «perderían una reducción de rendimientos del trabajo que puede llegar hasta los 5.565 euros».

Las cuotas de afiliación y aportaciones a partidos pueden suponer una deducción del 20%, limitada a un máximo de 600 euros. En el caso de los sindicatos y colegios profesionales, la deducción llega a los 500 euros. Los gastos jurídicos en litigios laborales tienen un límite de deducción de 300 euros.