«En CC OO lo tenemos claro: no damos un cheque en blanco a ningún gobierno»

-Afronta el que será su segundo mandato al frente del sindicato. ¿Qué cambios plantea para esta nueva etapa?

-Nos presentamos a la reelección para completar un cambio que iniciamos hace cuatro años. Un nuevo equipo de sindicalistas dimos un paso al frente para cambiar el paso al sindicato y ahora toca consolidarlo.

-¿Habrá muchas variaciones en la ejecutiva?

-Como era un equipo que se renovó prácticamente al completo hace cuatro años, ahora será más bien de continuidad, reforzando un par de áreas. Fundamentalmente, empleo y formación.

-La realidad laboral ha cambiado enormemente, con nuevas fórmulas que atomizan el trabajo. ¿Cómo piensan adaptarse a esta situación?

-Y más que va a cambiar. La esclavitud 2.0 es uno de los retos, y para nosotros es fundamental fortalecer el espacio comarcal. Tenemos claro que el sindicato se legitima en los centros de trabajo, un sindicalismo de proximidad, pero que hay que avanzar a través de la afiliación, fortaleciendo el papel sociopolítico del sindicato, y ahí las uniones comarcales tienen que ser un espacio muy vivo.

-Durante la última década han recibido duras críticas. ¿Les ha dañado en términos de prestigio?

-A raíz de la crisis de 2008, hubo una campaña brutal contra las organizaciones sindicales. Pese a todo, ahora podemos decir con la cabeza bien alta que CC OO tiene músculo, que tiene miles de afiliados, que es la organización más representativa y eso se ha logrado gracias a que la tarjeta de presentación de los hombres y mujeres de este sindicato es la honestidad, la coherencia y el ejemplo.

-Parece que le va a tocar asumir la recuperación económica con la industria básica sumida en una crisis. ¿Se ha sido desde los sindicatos demasiado paciente a la hora de plantear movilizaciones?

-El eje de la economía asturiana debe seguir pivotando en la industria. El Gobierno regional está en punto muerto, ha presentado una estrategia industrial vacía de contenidos, no tiene influencia en Moncloa y los obstáculos que está poniendo el Gobierno central a la supervivencia de nuestra industria son un problema de primer orden. Empezamos un proceso de movilizaciones en 2018 por Alcoa que hoy continúa. Vamos a una nueva manifestación el 1 de julio en las comarcas mineras que teníamos fechada el 18 de marzo de 2020, pero llegó el estado de alarma y nos cambió la vida a todos.

-La situación industrial trasciende a Alcoa.

-Saludamos la salida del PP de Moncloa. Llegó la izquierda, que también saludamos, pero desde el primer día hemos sido muy exigentes. Nos venimos movilizando reiteradamente, aunque hubo un paréntesis con motivo de la pandemia. CC OO lo tiene claro: no da un cheque en blanco a ningún gobierno. Vamos a defender los intereses de los trabajadores gobierne quien gobierne.

-¿Esperaban más del Gobierno central?

-El PSOE nos tiene acostumbrados a utilizar la mano izquierda para lo social y la derecha para lo económico, y CC OO eso no lo comparte. Somos partidarios de la intervención pública para equilibrar los desajustes del mercado. El Gobierno debe cumplir sus compromisos electorales así como no defraudar a la base electoral que lo ha elegido. Si no lo hace, este Gobierno tendrá fecha de caducidad.

-¿Y del Gobierno asturiano?

-A mitad de legislatura, entendemos que el Gobierno de Asturias debe dar un impulso a políticas fundamentales para dejar de ser una fábrica de emigrantes y poder ser una tierra de oportunidades. La primera, la defensa de la industria. La Consejería de Industria está en punto muerto, sobrepasada por las circunstancias.

-¿Es necesario un relevo en esta área?

-No nos corresponde hacer esa afirmación. Nosotros tratamos de constatar una realidad con hechos y manifestamos nuestra preocupación ante una situación tan complicada como la de la industria asturiana. El Principado tiene que hacer valer el acuerdo de la Alianza por la Industria, donde refrendábamos la necesidad de defender a la electrointensiva. Y ahí no nos consta ningún tipo de gestión práctica de la consejería ni del presidente.

-Fade reclamó la movilización de la sociedad asturiana por la industria y ustedes salieron a la calle. ¿Se sienten ahora acompañados por ella?

-Fade tiene una oportunidad mañana en su asamblea para decir con voz alta lo que piensa de las políticas del Gobierno.

-La sentencia de Alcoa abre nuevas expectativas. ¿Qué reclaman ahora?

-Una vez que han entrado la Policía y la justicia, la única salida es la intervención pública de la planta para mantener la actividad de la misma en condiciones óptimas y pueda llegar un inversor con un plan de futuro. Lo que nos gustaría es que, una vez que entró la Policía, entre la SEPI.