Cinco claves para entender las pensiones y la jubilación en 2021

En 2021 se amplía tanto la edad oficial para poder jubilarse con el 100% de la pensión como el periodo de cotización necesario. En 2020 un trabajador se podía jubilar a los 65 años y diez meses , siempre que hubiera cotizado durante menos de 37 años. A los que acumulan largas carreras de cotización (37 o más años) les bastaba con llegar a los 65 años. En 2020, sin embargo, para jubilarse a los 65 años se pedirá haber pagado las cuotas de la Seguridad Social al menos durante 37 años y 3 meses. Quienes no puedan llegar a esa cifra deberán esperar a cumplir los 66 años. Las condiciones se irán endureciendo progresivamente con el paso de los años para retrasar el momento en el que los trabajadores abandonan el mercado laboral. La idea es que en 2027 la edad legal de jubilación quede en 67 años para aquellos que hayan cotizado menos de 38 años y 6 meses. El resto podrá hacerlo a los 65 años de edad.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, pretende ampliar el número de años con el que se calculan las pensiones de jubilación. Actualmente para acceder a esta prestación se pide haber cotizado un mínimo de 15 años. Dos se ellos deben estar comprendidos en los 15 años anteriores a la jubilación. El periodo de cotización con el que se calcula la cuantía de la pensión es el de los últimos 23 años antes de la fecha de jubilación. En 2021 se añadirá un año más (24). Así, la base reguladora se obtendrá tras dividir por 336 las bases de cotización durante los 288 meses anteriores al retiro laboral.

La idea de Escrivá es que el periodo de cómputo se amplíe progresivamente hasta los 35 años. Esta medida, que se ha topado con el rechazo frontal de uno de los dos socios de Gobierno, Unidas Podemos. Supondría un recorte medio de las futuras pensiones iniciales de un 5,5%. No obstante, en la Mesa de Diálogo Social (en la que se sientan Gobierno, patronal y sindicatos) se debate la posibilidad de que los trabajadores puedan excluir del periodo de cómputo los años más negativos de su vida laboral. Es decir, en los que se haya cotizado menos.

Los más de nueve millones de pensionistas españoles ganarán poder adquisitivo por segundo año consecutivo, ya que los precios se han contraído un 0,8% como consecuencia de la crisis del coronavirus.

Ahora bien, en 2021 se aprobará una nueva fórmula para revalorizar las pensiones que sigue las recomendaciones del Pacto de Toledo. La idea es vincular las evolución de las prestaciones con el IPC real y poner fin así al controvertido índice aprobado por el Gobierno del Partido Popular, que contemplaba una mínima subida del 0,25% .

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones presentó el miércoles a los agentes sociales una propuesta de nuevo mecanismo de revalorización. Se trata de un deflactor basado en datos del IPC de periodos anteriores y, al mismo tiempo, en estimaciones de cómo evolucionará en el futuro. Ya no se basará, como se hacía antes, en la inflación de noviembre, ni tampoco en la media de los últimos doces meses.

La nueva fórmula computará la evolución del IPC en una franja de tiempo que podría abarcar varios años, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas a la negociación. De esta manera se persigue compensar las ganancias de poder adquisitivo que pudieran producirse en un ejercicio con las hipotéticas pérdidas de otros años, de forma que el gasto en pensiones no se incremente mucho más.

Una de las consecuencias de la revalorización de las pensiones en un 0,9% es que en 2021 los jubilados se quedarán sin la 'paguilla'. Es decir, la compensación que suelen recibir cuando la inflación estimada es inferior a la real. Es algo que no sucederá este año. El Gobierno había subido las prestaciones de este 2020 con la previsión de que el IPC creciera un 0,9%. Pero, como a sucedido con otros tantos cálculos, el Covid lo ha cambiado todo. Los precios han permanecido en terreno negativo buena parte del año. Y aunque en noviembre subieron un 0,2% respecto al mes anterior, la tasa interanual se mantiene en negativo, con una caída del 0,8%.

También cambian los requisitos para acceder a la jubilación parcial, aquella que permite compatibilizar el cobro de una prestación con un trabajo a tiempo parcial. La edad se retrasa a los 62 años, y el acceso se endurece. Sólo podrán retirarse parcialmente a esa edad aquellos que hayan cotizado como mínimo 35 años y tres meses. Supone tres meses más que lo requerido actualmente. Además, se alarga hasta los 63 años (cuatro meses más que ahora) el acceso a la jubilación parcial para los trabajadores con 33 años cotizados.