Christine Lagarde confía en que el punto más bajo de la crisis haya quedado atrás

Lagarde, respecto a la recuperación que hay por delante, prefirió no utilizar las letras que se usan habitualmente para describir su camino (V, L, U, W) y optó por lanzar una serie de ideas para mostrar cómo la ve: será «complicada» y también «secuencial» geográficamente, como lo ha sido la evolución de la Covid-19, que fue de este a oeste y, así, mostró que ya China ha recuperado niveles de actividad relevante. También será una recuperación llena de incertidumbre como lo muestra el gran incremento del ahorro. Y usó, asimismo, la palabra «desigual» para definir la recuperación puesto que los países más vulnerables y más frágiles sufrirán más porque se han visto golpeados por las caídas de los precios de las materias primas, la salida de capitales y el desplome del comercio mundial.

La presidenta del BCE también avisó de que la recuperación no será completa y que no devolverá al mundo al 'statu quo' previo. Si bien aseguró que tiene el potencial de transformar industrias y que esta crisis puede provocar que afloren otro tipo de actividades, más ligadas a lo digital que a lo presencial, o más vinculadas a lo próximo que a la movilidad.

Dadas las características de la crisis y de la recuperación que atisba, advirtió de que hay que prestar atención a los más vulnerables (a los más desfavorecidos de todos los países y a los Estados más pobres), así como a los jóvenes, en gran medida ocupados en los sectores más afectados por el coronavirus, y a las mujeres.