El nuevo 'cargo normativo' de la luz: qué es y por qué encarece tanto la factura

El precio de la luz se ha ido incrementando de forma exponencial en los últimos meses, alcanzando unos precios desorbitados que mantienen en jaque a las familias españolas. El elevado coste de la electricidad que afecta a toda Europa desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania obligó al Gobierno a tomar medidas para alcanzar un cierto control del precio. Estableció así -junto con Portugal y con el visto bueno de la UE- la llamada 'excepción ibérica', una medida vigente desde el pasado mes de junio que establece un tope al precio del gas y rebaja el coste de energía. Sin embargo, podría parecer que esta medida ha supuesto un plus a pagar en la factura de la electricidad.

Este plus es el 'cargo normativo' que aparece escrito en el recibo, una especie de 'impuesto' que supone una compensación a las empresas gasistas por topar el precio del gas a través de la 'excepción ibérica'.

Por tanto, al implantar un tope al gas para abaratar el precio de la luz, queda una diferencia económica entre el máximo impuesto por el Gobierno y el coste real del gas, el cual cubren los clientes.

La diferencia es este concepto añadido, un incremento que se aplica a la factura, por lo que se paga más del consumo real hecho por el cliente. Sin embargo, aunque el pago final es mayor de lo que correspondería por gasto, resulta mucho más barato de lo que sería sin la aplicación de la 'excepción ibérica'.

Este un concepto que se aplica a todas las compañías eléctricas desde el pasado 15 de agosto y, aunque no es obligatorio incluirlo de forma detallada en la factura (del mismo modo que se muestra en lista el gasto habitual del cliente), algunas compañías optan por hacerlo, mostrando transparencia absoluta, y añadiendo un apartado más donde aparece escrito el 'cargo normativo'.

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