Caja Rural de Gijón aprueba sus cuentas y descarta realizar despidos

El cónclave de la entidad financiera gijonesa fue más largo de lo esperado. Aunque los principales puntos del orden del día salieron adelante por unanimidad, el debate de un litigio que afecta a la compañía se alargó tanto que fue necesario posponer la finalización de la reunión a próximas fechas. Lo prolongado de la reunión no ocultó que la caja ha logrado superar el año de la pandemia con unas cifras solventes y en beneficios. Caja Rural de Gijón amplió además, como indicó el Banco de España, su cifra de provisiones, una medida adoptada para tener la capacidad suficiente y poder hacer frente a posibles impagos ante un deterioro súbito de la economía a causa de la pandemia.

La evolución de las cifras de Caja Rural de Gijón, que ha notado un incremento del negocio del crédito hipotecario tanto en el pasado ejercicio como en lo que va del presente, permiten a la entidad mirar al futuro próximo con «optimismo», pero también con «precaución». La situación económica actual, con una importante inyección de capital por parte del Estado con la que tratar de paliar las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia, supone una carga mayor de incertidumbre que hace ser precavidas a las entidades financieras. No obstante, los movimientos que se están produciendo en los grandes bancos, con despidos masivos apoyados en la digitalización y la búsqueda de rentabilidad para el presente y el futuro, suponen una práctica que descartan en la entidad gijonesa. «No hay ninguna previsión de prescindir de personal», afirmó José Javier Gómez.

El presidente de Caja Rural de Gijón es consciente del tamaño y la idiosincrasia de la compañía que dirige, un modelo que no pretende cambiar de forma drástica. «Somos conscientes de que debemos adaptarnos, pero nunca deberemos renunciar a nuestro estilo. Eso no quiere decir que no tengamos que adaptarnos a lo digital, pero debemos seguir siendo fieles a la banca personal, de proximidad», afirmó.

Durante la Asamblea General de Socios celebrada ayer, la entidad financiera gijonesa aprobó, además de las cuentas, el examen de la gestión social, el informe de gestión y la aplicación de resultados y del Fondo de Educación y Promoción. Además, también salió adelante la propuesta de modificación del artículo 35 de sus estatutos sociales, que varía el número de miembros del Consejo Rector.

Así, por los 12 integrantes que había hasta ahora, se fija una horquilla de entre 10 y 12. La medida se adoptó para, en caso de que el Banco de España lleve a cabo la regulación sobre el número de consejeros de las entidades financieras que tiene planeada, el proceso pueda hacerse en Caja Rural de Gijón de una forma «no traumática», dejando que sea la asamblea la que fije finalmente el número concreto de consejeros.