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J. L. GONZÁLEZ
AVILÉS.
Jueves, 24 de junio 2021, 03:47
Aumentar el gasto en I+D es uno de los objetivos que se marcó el Gobierno del Principado al inicio de la legislatura. Alcanzar la cota del 2% del PIB es una aspiración que aún queda lejos para una región que, según los últimos datos publicados, ... no alcanza el 1%. Lograr la meta es un objetivo aún lejano, pero para conseguirlo es necesaria la implicación de las empresas, uno de los principales agentes en este campo. El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad animó ayer a las principales firmas implantadas en Asturias a comprometerse con este objetivo. «Para que España esté en el 2% del PIB (en I+D), tres de las comunidades que más aportan deberían estar en el 3%. Es pura aritmética. Si lo trasladamos a Asturias, necesitamos que aquellos que más aportan al PIB regional también visibilicen su aportación», afirmó Borja Sánchez en el transcurso de la jornada 'La innovación escribe el futuro', organizada por AsturiasInnova +, el proyecto de divulgación de la innovación de EL COMERCIO.
Borja Sánchez fue el encargado de cerrar el evento y lo hizo con un discurso en el que puso el foco en algunas de las acciones que el Gobierno regional ha puesto en marcha para tratar de mejorar la situación. Así, el consejero incidió en que la Ley de Ciencia está ya en su primera fase de tramitación y en que el Ejecutivo impulsa la Agencia de Innovación, un agente con el que se espera aglutinar toda la actividad de esta materia bajo un mismo paraguas y ganar en agilidad administrativa, así como tener los mecanismos para poder medir los resultados de las políticas aplicadas.
Otro de los puntos en los que incidió Borja Sánchez fue en el del trabajo realizado en el refuerzo de la conectividad en Asturias, con un despliegue de la red de fibra que ha venido a solventar algunos de los problemas con los que contaba la región. No obstante, el consejero reconoció que aún hay dificultades para dar una cobertura total al territorio, con un 3% de la población viviendo en zonas de especial complejidad.
El próximo despliegue de las redes 5-G puede suponer un cambio. Esta tecnología de alta velocidad de datos que se transmiten por el aire, sin necesidad de cables, facilita la llegada de servicios similares a la fibra en zonas de difícil acceso, aunque las operadoras encargadas de la instalación tendrán también en cuenta la rentabilidad a la hora de colocar sus antenas. «Hay varias tecnologías para tener una buena conectividad», señaló el consejero de Ciencia durante el cierre de unas jornadas que, a lo largo de dos días, han contado con un gran elenco de ponentes.
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