La economía asturiana continuará avanzando en su recuperación, aunque lo hará a un menor ritmo. Esta es la previsión de BBVA Research, que estima que el crecimiento del PIB regional en 2024 podría haber alcanzado el 2,5%, el doble del promedio registrado ... entre 1995 y 2019 (1,2%), y el triple del aumento de la Unión Económica y Monetaria (0,8%). No obstante, se sitúa por debajo del observado en el conjunto de España (3,2%). Este dinamismo se apoya en el buen comportamiento de la demanda interna, particularmente del consumo privado, así como en el impacto positivo del gasto público y el turismo extranjero en los servicios, han explicado hoy en Oviedo el economista jefe del servicio de estudios del banco, Miguel Cardoso, y la directora de la Territorial Noroeste de BBVA, Guadalupe Hernández, en la presentación del informe 'Situación Asturias 2025'.
Publicidad
La recuperación se mantendrá en 2025 y 2026, aunque con menos vigor. La entidad financiera pronostica aumentos del PIB del 2% y 1,7%, respectivamente, respaldados por la contención de los costes energéticos y de los precios de la alimentación, que mantendrán la inflación por debajo del 3% en la media anual. Precisamente, la reducción prevista del precio del petróleo (-9% en 2025), junto con la mayor producción de energía renovable que presiona a la baja los precios de la electricidad, continuará apoyando la mejora de la actividad, en particular en las comunidades más intensivas en el consumo de energía, como Asturias, destaca BBVA Research.
Aun así, la economía asturiana se verá lastrada por la actividad industrial, que todavía no repunta. «Pese a lo que podía esperarse hace un año, la recuperación de industria europea, española y asturiana se está viendo retrasada», recoge el informe. De esta forma, este sector clave en la región «continuó evolucionando por debajo de los niveles prepandemia, en parte, por el lastre del sector energético». Solo los bienes de equipo muestran un comportamiento más favorable, y algo mejor que en España, apunta el documento.
A esta falta de dinamismo de la industria contribuye la caída del comercio exterior. «Con el débil avance económico de la eurozona, las exportaciones de bienes asturianas se contrajeron un 6,6%, arrastradas por la menor venta de productos energéticos y de semimanufacturas». Por su parte, los bienes de equipo, que fueron clave en el dinamismo de 2023, volvieron a crecer, pero a un ritmo «más moderado e insuficiente para compensar la contracción de las otras ramas». En este aspecto, el análisis concluye que, pese a la existencia de algunas empresas en sectores punteros, la estructura exportadora asturiana «debe mejorar su complejidad y ventajas competitivas».
Publicidad
Respecto al posible impacto de la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, BBVA Research recuerda que las exportaciones de Asturias a dicho país tienen un peso en el PIB regional inferior al 1% (y algo menor que para el conjunto de España). Esto hace que el impacto directo de estas medidas «pueda ser moderado para la actividad» en el Principado. Sin embargo, los impactos indirectos, a través de otras economías europeas a las que Asturias está más expuesta (Francia o Alemania, entre otras) o a través de cadenas de producción que puedan verse más afectadas y en las que estén integradas empresas asturianas, podrían añadir dificultades a la recuperación.
En cuanto al empleo, el informe calcula que se crearían 11.500 nuevos puestos en el bienio 2025-2026 y que la tasa de paro podría reducirse hasta el 10,8% de media en 2026, frente al 11,3% de 2024. De hecho, la aceleración del mercado laboral en el cuarto trimestre de 2024 justifica la reciente revisión de la previsión de crecimiento del PIB hasta el 2,5%. En este período, la afiliación a la Seguridad Social creció notablemente en el área urbana de Asturias, excepto en Oviedo, donde el empleo se estancó tras tres trimestres de buen comportamiento. Los servicios públicos y el turismo, principales artífices del aumento del empleo y la actividad en 2023, volvieron a ser la base del crecimiento de la afiliación en 2024, aunque fue inferior que en el conjunto de España. El turismo y los servicios han sido clave en el crecimiento de la actividad.
Publicidad
Tras el análisis de los datos socioeconómicos, BBVA Research establece una serie de retos que tiene ante sí la comunidad. «Es necesario avanzar en políticas que incentiven la inversión, generen certidumbre y alivien la falta de capital humano», subraya, sobre todo dado el «elevado grado de incertidumbre» al que se enfrenta la industria, relacionado con el aumento en el coste de la energía, los problemas estructurales en el sector del automóvil, el estancamiento de la demanda europea y los posibles aumentos de aranceles por parte de Estados Unidos.
Por otro lado, el incremento de los costes laborales «puede ralentizar la creación de empleo». La subida del salario mínimo, junto con el aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social y de los costes no laborales, suponen «un riesgo a futuro si no vienen acompañados con aumentos en la productividad. Esto podría potenciarse con los cambios en la jornada laboral, particularmente negativa para pequeñas empresas».
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.