Goirigolzarri apunta que la fusión con CaixaBank generará más dividendos al Estado

Entre los accionistas de la nueva CaixaBank se encuentra el Estado, que ostentará más de un 15% del capital a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), quien se beneficiaría de ese reparto de dividendos auspiciado por Goirigolzarri. Hasta ahora, Bankia ha devuelto al erario público 3.303 millones de euros (de los más de 22.400 millones recibidos) de los que 982 millones han correspondido al abono de dividendos.

José Ignacio Goirigolzarri ha indicado que la fusión dará lugar a un banco «con gran calidad de balance y muy solvente», con un modelo de distribución «único». «Esta fusión dará lugar al mayor banco del país, con elevadas cuotas de mercado y más de 20 millones de clientes. »Es un gran orgullo pero también una gran responsabilidad«, ha afirmado Goirigolzarri, que ha añadido que la operación con Caixabank no tiene por único objetivo crear el el mayor banco de España, sino »el mejor banco« para sus clientes, equipos y accionistas, »un banco que sea reconocido por su contribuicón a la sociedad«. Las acciones de Bankia han subido este martes un 2% y las de CaixaBank, un 1%.

En su discurso ante los accionistas de Bankia, Goirigolzarri ha indicado que haber anticipado la fusión de la entidad con CaixaBank en un momento de cambio abrupto del entorno ha permitido contar con una mayor opcionalidad en el mapa de consolidación y afrontar la integración desde una mayor fortaleza financiera. «Ante un cambio tan rápido del entorno, el consejo de administración, que ya en el pasado había dedicado varias sesiones al análisis de la consolidación del sector en España y el posible papel que Bankia podía jugar, entendió que la anticipación era un factor estratégico clave», ha indicado. También ha hecho referencia a las previsiones que tiene el mercado para el nuevo grupo, que apuntan a un beneficio por acción un 70% superior al actual para Bankia y un 28% del de CaixaBank.

El consejo de la entidad tenía claro que esta anticipación se debía concretar en la búsqueda de un socio con el que unidos consiguiesen ganar un tamaño crítico para obtener economías de escala y así mejorar la eficiencia, disponiendo al mismo tiempo de una mayor capacidad de inversión en tecnología e innovación de forma sostenida. Fue a principios de septiembre cuando CaixaBank y Bankia confirmaron el inicio de sus negociaciones; apenas un mes después Unicaja y Liberbank también lo hicieron; y a mediados de septiembre, BBVA y Sabadell, aunque en este caso la fusión ya ha descarrilado ante la falta de acuerdo entre ambos.

En este sentido, ha reconocido que todo proceso de integración conlleva cierto riesgo de ejecución, sobre todo en lo que respecta a la integración de las redes de distribución, de los servicios centrales o de los sistemas de información. Aunque considera que «no es una labor sencilla», ha recordado la gran experiencia de ambos bancos en acometer procesos de consolidación.

Goirigolzarri reconoce que todo proceso conlleva riesgos, sobre todo en lo que respecta a la integración de las redes de distribución, los servicios centrales o los sistemas de información. Uno de los puntos de fricción reside en el ajuste de la plantilla y las redes, porque entre ambos grupos suman más de 50.000 trabajadores y 6.700 oficinas. En este sentido, Goirigolzarri intentó calmar a los representantes de los trabajadores en la junta al anticipar que las salidas que se pacten tratarán de que, «en la medida de lo posible», la mayoría sea voluntaria y «se basará estrictamente en criterios de meritocracia».

Después de que los accionistas de ambas entidades den luz verde a la fusión (la junta de CaixaBank está prevista para el próximo jueves día 3 de diciembre), se abrirá el plazo para recibir las autorizaciones pertinentes. Mientras tanto, las dos entidades seguirán operando de manera independiente, con lo que los clientes de Bankia y Caixabank podrán operar con normalidad, acudir a sus oficinas de siempre y tener los mismos productos y condiciones. Cuando se produzca la integración jurídica de ambas entidades, prevista para el primer trimestre 2021, se procederá a realizar una integración progresiva que, según ha precisado el presidente de Bankia, tendrá su punto final con la integración tecnológica en los últimos meses del próximo ejercicio.