Caja Rural de Asturias presenta unos beneficios récord con la proximidad como valor diferencial

Las cuentas anuales de 2023 arrojaron un resultado positivo de 63 millones de euros para Caja Rural de Asturias, un 63% más que el ejercicio anterior. Sin embargo, tanto el presidente de la entidad, Fernando Martínez, como el director general, Antonio Romero han incidido esta mañana, durante la rueda de prensa previa a la asamblea, en que «no hay que tomar ese dato como una cifra aislada, sino destacar el beneficio de a dónde se destina».

Del total de esas ganancias, 4,25 millones se destinan a la retribución de los 138.811 socios cooperativistas con los que cuenta, mientras que 6,72 millones retornan a la región a través de fondos sociales. Por un lado, la Fundación Caja Rural de Asturias destina sus recursos a potenciar el emprendimiento, la innovación, la sostenibilidad y a hacer frente al reto demográfico. Por otro, el Fondo de Educación y Promoción (FEP) apuesta por las iniciativas relacionadas con la cultura, la educación y el deporte.

En cuanto a la distribución de excedentes, 58,84 millones irán a reservas, ya que en opinión de Antonio Romero «si la Caja quiere continuar creciendo, tiene que incrementar su solvencia» a través de esta vía. El presidente, Fernando Martín, ha remarcado que esas reservas aportarán «músculo y nervio suficiente para seguir realizando actividad en Asturias con una banca de proximidad«, que es una de las principales señas de identidad de la cooperativa. «Lo que más nos demanda la gente es la cercanía. Seguimos apostando por la digitalización, pero queremos tener presencia acercándonos», ha insistido.

En 2023, la entidad asturiana alcanzó los 338.00 clientes. El balance, por su parte, alcanzó los 6.094 millones de euros; además, se registraron 5.222 millones en depósitos y la inversión con clientes superó los 3.266 millones. No obstante, a pesar de las cifras de crecimiento, Antonio Romero, en una entrevista en EL COMERCIO, reconoció que «a partir del tercer trimestre del año va a ir reduciéndose ese incremento, porque los tipos de interés, si todo sigue como hasta ahora, van a bajar, y porque estamos viendo un incremento de la retribución de los depósitos».

Este año, Caja Rural de Asturias ha abierto oficina en Torrelavega y lo hará también en Santander, además de abrir dos nuevas sucursales en Madrid. La entidad considera que tanto la capital (por su dinamismo económico) como Cantabria (con una idiosincrasia similar a la asturiana, pero menor bancarización) son dos mercados con oportunidades de expansión.

En Asturias, la cooperativa también prevé seguir con aperturas de nuevas oficinas, como es el caso de Gijón, y alguna reubicación, en Oviedo y en Avilés. En 2022, la organización cerró el año con 478 empleados, para escalar hasta los 518 en 2023. De cara a este año, la previsión que maneja la entidad financiera es la de superar los 550 trabajadores, lo que supone un incremento de plantilla del 6%.

En cuanto a la posibilidad de que la fusión entre BBVA y Banco Sabadell llegue a buen puerto, Romero ha reconocido que Caja Rural de Asturias ha analizado la situación, «porque ambas tienen una presencia y una fortaleza importante en Asturias y habría solapamiento y cierres» de sucursales. «Ahí estaríamos nosotros para cubrir esa demanda», ha apuntado.