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Manu Alvarez y José María Camarero
Bilbao | Madrid
Martes, 30 de enero 2024, 08:56
BBVA cerró el pasado año con un beneficio neto de 8.019 millones de euros, lo que supone alcanzar un nuevo récord histórico en sus resultados gracias al impulso del aumento de los tipos de interés y también a la expansión y crecimiento de su ... negocio no solo en España sino sobre todo en su actividad internacional. México se mantiene como la principal locomotora de generación de resultados para la entidad financiera vasca, ya que en dicho país obtuvo el 67% del beneficio: 5.340 millones de euros.
Para el conjunto del año 2023 las cifras anuales publicadas este martes por el banco revelan que tanto el negocio de los créditos como el de las comisiones cobradas por la prestación de servicios han mantenido una línea ascendente y similar. Así, el margen de intereses -la diferencia entre lo que el banco cobra por sus créditos y lo que paga por disponer del dinero de otros para esa actividad- ascendió a 23.089 millones de euros, un 20,7% más que en el ejercicio anterior. Por comisiones la entidad ingresó 6.288 millones, un 17% más. Las actividades en América del Sur aportaron algo más de 600 millones al resultado final, mientras que Turquía comienza a aflorar un resultado positivo con la incorporación de 589 millones de euros.
Estos buenos resultados se han registrado a pesar de que el banco ha tenido que afrontar el pago de 215 millones de euros de la tasa impuesta por el Gobierno presidido por Pedro Sánchez, que grava los ingresos obtenidos en España pero no los que se producen fuera del país. El presidente del banco, Carlos Torres, ha criticado en reiteradas ocasiones este nuevo impuesto sobre la banca, al entender que perjudica las posibilidades de ampliar aún más la concesión de créditos para estimular así la inversión.
El primer ejecutivo de BBVA ha insistido que aplicar este impuesto extraordinario «no conlleva a fomentar la inversión», que es lo que, a su juicio, España necesita. A diferencia de lo que ha conseguido el sector energético, al que previsiblemente se le aplicarán deducciones en ese gravamen para minimizarlo a cambio de que realicen inversiones en transición energética y descarbonización, Hacienda aplicará el mismo impuesto a la banca.
Sin embargo, Carlos Torres ha apuntado que «tendría sentido que las inversiones a las que ayudamos a financiar y se realicen en estos campos se dedujeran». En la rueda de prensa de presentación de resultados, el presidente de BBVA ha recordado que España se encuentra encaminada a proyectos de transición energética, transición digital, inclusión y descarbonización, que precisan de fondos de los bancos.
En cualquier caso, ha insistido en que «cualquier idea es bienvenida siempre que se acorte su impacto: modelo italiano apra refozar la solvencia». Además, ha sugerido que «podrían encontrarse fórmulas para mitigar el impacto en el supuesto de que el impuesto siga».
El banco estima que para este año, con datos de facturación de 2023, pagará una factura fiscal por el gravamen extraordinario de unos 285 millones de euros. Es decir, un 32% más que en el último ejercicio tributario. Lo hará porque los resultados han sido mejores y lo que grava el impuesto son los ingresos, y no los beneficios.
El crecimiento del negocio en España ha sido significativo con un aumento de la aportación de este país al resultado final del 65,3%, gracias a la buena evolución del negocio crediticio y también a la baja tasa de morosidad que se registra pese a la desaceleración de la economía y el incremento de los tipos de interés. En la actualidad el banco tiene una tasa de morosidad del 3,4%.
En depósitos directos de clientes BBVA ha incrementado su registro un 4,8%, hasta alcanzar la cifra de 413.000 millones a finales de año, si bien la totalidad de recursos de la clientela, sumados los que se sitúan fuera del balance -fondos de inversión, etc.- asciende a 578.000 millones.
La tendencia del negocio bancario hacia la digitalización es imparable y gracias a ello la entidad capta ya el 65% de sus nuevos clientes a través de canales tecnológicos, al tiempo que mantiene la estrategia de reducir su presencia física a pie de calle. Así, 2023 finalizó con un total de 5.949 oficinas, lo que supone una reducción del 1,5% en comparación con las que tenía a finales de 2022.
El presidente de la entidad financiera, Carlos Torres, ha destacado los buenos resultados que ha comenzado a aportar al banco su apuesta por la financiación de actividades que están ligadas a la transición energética. «Lla descarbonización ha demostrado ser una oportunidad de negocio mayor de lo que esperábamos. En 2023, movilizamos 70.000 millones de euros en financiación relacionada con el cambio climático y el crecimiento inclusivo», ha indicado.
Por otra parte, el consejo de administración del banco ha anunciado su intención de proponer el reparto de un dividendo en efectivo de 0,39 euros brutos por acción, que se ejecutaría el próximo mes de abril. El consejo también quiere destinar un total de 781 millones de euros a la recompra y amortización de acciones. Con todo ello la entidad destinaría un total de 4.010 millones de euros a la remuneración de los accionistas, lo que supone el 50% del resultado neto del grupo.
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