El Banco de España advierte sobre los riesgos de las cuentas bancarias conjuntas

El Banco de España continúa con su campaña de información a los usuarios sobre determinadas prácticas o situaciones de las que pueden ser víctimas, con el objetivo de que no sufran desagradables sorpresas, sobre todo ante determinados casos en los que el desconocimiento puede jugar en su contra. Por este motivo, además de explicar cómo sacar dinero de forma segura o informar sobre el límite de pagos por bizum que podemos hacer, ahora muestra los riesgos que puede entrañar tener una cuenta conjunta.

Aunque cada vez son más las parejas y/o familias que apuestan por gestionar sus ingresos de forma independiente, tener cuentas conjuntas sigue siendo una práctica habitual para el grueso de la población, ya sea como forma de controlar el gasto, de juntar el dinero del hogar, o para gestionar los ahorros, generales o con un fin específico. Planificar una boda, organizar un viaje o gestionar la recogida de fondos para un regalo suelen ser los motivos que empujan a dos o más personas a disponer de una cuenta conjunta.

Pero ante lo inocente y segura que pudiera parecer esta práctica, el Banco de España advierte de que no deja de entrañar determinados riesgos, sobre todo a la hora de que uno de los titulares haga uso de sus derechos sin contar con el o los otros. En este sentido, la entidad no solo pone el foco en los usuarios que comparten titularidad en una cuenta, sino también en el propio banco garante de la misma. Se referiría, en concreto, a la posibilidad de que uno de los propietarios provocase un descubierto en la cuenta, del que se hace cargo el banco (que es el que adelanta el dinero) y cuya responsabilidad recaería en todos los titulares.

De esta situación, el Banco de España entiende que, lo mejor es «plantearse con carácter general ante los tribunales de Justicia», pues recoge la dificultad de la banca para posicionarse en algunos casos, ya sea por falta de información o por incapacidad. Así, sostiene que cabe la posibilidad de que la entidad no aplique buenas prácticas bancarias, entendiendo que no se debería autorizar un descubierto sin el consentimiento de todas las partes implicadas.

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