Asturias, la región con mayor cuota de mercado del banco formado por Liberbank y Unicaja

Con presencia en el 80% del territorio nacional, el quinto banco del país en volumen de activos también tendrá capacidad para competir en otros mercados. Como Madrid, donde las entidades tienen una tradicional presencia y cuentan con el 11,8% de la cuota de mercado en formalización de hipotecas. «La voluntad de mantener la cercanía y la vinculación con el territorio y la confianza en el servicio a los clientes que Unicaja Banco y Liberbank siempre han demostrado permanecen como parte de los valores compartidos», destacaron ambas el pasado miércoles en la presentación de su proyecto de fusión.

Gracias a esta unión, Liberbank y Unicaja reforzarán su posición en banca minorista en España, con más de 4,5 millones de clientes y cuotas de mercado sustanciales de todos los productos clave: depósitos (4,7%), créditos (4,2%) y recursos fuera de balance (3,3%). Esta operación constituye «un proyecto de creación de valor para clientes y accionistas, mediante la mejora de los niveles de eficiencia y de rentabilidad a partir de una sólida base de clientes, diversificada tanto por sectores como geográficamente, con acceso a una plataforma de distribución única y una mejor oferta de productos y servicios». La atención a los usuarios y a los territorios en los que se ubican fue, precisamente, uno de los mensajes en los que insistieron el presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, y el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, en el acto celebrado telemáticamente para desgranar los detalles de la fusión por absorción.

En concreto, el que también será consejero delegado de la nueva entidad destacó que esta «nace con vocación de permanencia, cercanía y arraigo en todas las comunidades de origen». Este espíritu, agregó, será «una seña de identidad clara» del quinto banco español, que tendrá su sede en Málaga, pero que mantendrá servicios en distintas ubicaciones. Asimismo, señaló que tanto Liberbank como Unicaja han demostrado su capacidad para prestar servicios en sus territorios, en particular, en zonas rurales, por lo que confió en que no habrá problemas para continuar con esa atención a los clientes.

En este sentido, Menéndez también quiso dejar claro que «no habrá reducción de servicios» para los usuarios. Al contrario. La idea es «seguir invirtiendo en tecnología y nuevos canales», formas de relación con las entidades cuyo uso se ha disparado a raíz de la pandemia. De hecho, uno de los beneficios de la transacción, según los interesados, es que las inversiones en digitalización serán compartidas, lo que permitirá reducir costes respecto a efectuarlas de manera individual. En el global del negocio, la nueva entidad contará con ahorros recurrentes de costes de unos 192 millones anuales.