Asturias, la región de España con mayor porcentaje de licencias de trabajo otorgadas a extranjeros

Aunque en valores absolutos fueron Madrid (44.970), Cataluña (42.567) y Andalucía (35.164) las comunidades que más permisos de este tipo concedieron durante los once primeros meses del pasado ejercicio, debido a su poder de atracción por sus dimensiones y la concentración de empresas. De las 1.648 autorizaciones otorgadas en Asturias, la mayoría correspondieron a mujeres: 909, frente a las 739 adjudicadas a hombres. Una tónica diferente a la que se percibe en el conjunto del país, donde se entregaron 112.614 permisos a varones y 94.491 a mujeres.

En cuanto a las características de la actividad laboral, 1.444 autorizaciones estaban destinadas a realizar trabajos por cuenta ajena en Asturias, mientras que para actividades laborales como autónomos solo se concedieron 19. En el ámbito nacional, también predominaron las autorizaciones para asalariados (166.950) en comparación con las vinculadas a trabajos por cuenta propia (2.991). Salvo en determinados supuestos, los extranjeros precisan de la correspondiente autorización administrativa para trabajar si quieren ejercer una actividad lucrativa, laboral o profesional.

Están exentos de la obligación de obtener la autorización de trabajo los extranjeros nacionales de países firmantes del Acuerdo del Espacio Económico Europeo (Unión Europea, Islandia, Noruega y Liechtenstein) y de la Confederación Suiza y los de terceros países que fueran familiares de españoles o de nacionales de los mencionados estados. En esta estadística no se incluye la gestión colectiva de contrataciones en origen, que permite la contratación de trabajadores que no se hallen ni residan en España, seleccionados en sus países de procedencia a partir de las ofertas genéricas presentadas por los empleadores, según explica el ministerio.

Las personas de otros países han ganado peso en el mercado laboral asturiano y español no solo por cuestiones demográficas, sino también a raíz de la modificación introducida en la Ley de Extranjería en 2022 para facilitar la regularización de aquellas que se comprometieran a formarse para trabajar en sectores con elevada demanda de mano de obra, como la construcción. Es lo que se denomina arraigo para la formación y para conseguir esta autorización temporal de residencia y trabajo es necesario que el solicitante haya permanecido de forma continuada, al menos, durante dos años en el país; para obtenerla es obligatorio superar la formación y presentar un contrato laboral.

Debe tratarse de formación reglada para el empleo o de aquella encaminada a conseguir un certificado de profesionalidad o una certificación de aptitud técnica o habilitación profesional necesaria para el ejercicio de una ocupación específica o una promovida por los Servicios Públicos de Empleo y orientada al desempeño de ocupaciones incluidas en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura. En el correspondiente al primer trimestre de 2024 en Asturias, figuran puestos vinculados al sector naval –que se mantienen desde hace años–, pero también a la construcción, como carpinteros de aluminio, metálico y PVC, instaladores electricistas de edificios y viviendas, y conductores-operadores de grúa móvil y fija.

En julio de 2022, el ministro José Luis Escrivá introdujo en la reforma del Reglamento de Extranjería la figura del arraigo para la formación para aliviar la falta de mano de obra en ciertos sectores, como la construcción. Sus efectos ya se han dejado notar, puesto que este tipo de afiliación a la Seguridad Social en el 'ladrillo' se ha disparado un 50,9% en dos años en Asturias, desde los 1.199 hasta las 1.810 cotizantes, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, correspondientes a la media de febrero. Buena prueba del uso de este recurso para conseguir una autorización de residencia es el alumnado de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC), formado por personas de un amplio abanico de nacionalidades que buscan aprender un oficio para labrarse un futuro en esta tierra.

De este modo, el sector puede paliar en cierta medida la falta de trabajadores, ya que le cuesta resultar atractivo para los jóvenes españoles, que se decantan por otros derroteros laborales. También denuncia carencia de mano de obra la hostelería. De hecho, el sector servicios es el que aglutina el mayor número de afiliados extranjeros, 10.783. Es decir, casi el 52% del total de cotizantes foráneos en el Principado. Es un 32,6% más que dos años atrás, cuando se contabilizaron 8.127.

Asimismo, en la industria se ha registrado un notable crecimiento de las afiliaciones de personas procedentes de otros países. En concreto, un 17,6% más, hasta las 1.222. Casi en el mismo porcentaje –solo una décima menos– se incrementaron los cotizantes en el sector de la agricultura desde febrero de 2022, si bien los valores absolutos son mucho menores, al pasar de 97 a 114. En global, en Asturias hay 20.751 extranjeros afiliados a la Seguridad Social, lo que supone un 25,7% más en dos años. El incremento es aún mayor –del 71,3%– si se compara con una década atrás, cuando había 12.108.