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Tom Cruise, Nicolas Sarkozy, Mick Jagger, el cantante Luis Miguel y el expresidente de México, Felipe Calderón, son algunos de sus clientes. A ellos, entre otros muchos, les ayuda a tener mayor altura, más confianza en sí mismos y a sentirse «más guapos». La empresa ... Masaltos.com mantiene su espíritu inicial: el de mejorar, el de seguir siendo osados y el de no perder nunca la locura que les ha llevado a abrirse camino en un momento en el que internet «no tenía futuro» como para concederle un préstamo. El sevillano Antonio Fagundo Hermoso es la segunda generación de un empresa decana de comercio electrónico en España, que se centra en calzado para hombres en los que se aumenta hasta siete centímetros de altura, que hoy exporta a 125 países de los cinco continentes y que está presente en lugares, en ocasiones tan recónditos, «que tengo que buscarlos en el mapa para saber dónde se ubican». A Gijón llegó esta semana en un viaje relámpago, invitado por Asturex, para participar en una mesa redonda de comercio electrónico sobre internacionalización. «Atendemos al público en 9 idiomas». Conoce bien el mercado asturiano, la cuarta comunidad en la que más venden. «Asturias es gente con mucha formación, muy bien vestida y con dinero; es un mercado muy exigente que pide calidad y eso nos hace mejorar».
Fue su padre, aún presente en el negocio, junto a su madre y su hermana, quien vio futuro en un sector totalmente desconocido en aquel momento en España. «Mi padre estuvo 19 años viviendo en Alemania y tuvo una lesión jugando al tenis con los amigos y le mandaron poner unos zapatos ortopédicos, que eran feos, grandes y bastos y no le dio mucha chispa». Allí conoció un zapato diferente, con unas alzas dentro, y se los compró y se vio «más alto, más guapo y con más confianza». Vio una oportunidad, pero su mujer no acababa de ver claro el negocio. «Decía que era subjetivo porque te ves más alto y más guapo y con más confianza pero también es verdad que a la persona que lo lleva no le gusta decirlo porque está muy ligado a un complejo». Cree que es como lo que le ocurre a una mujer que no le gusta decir que lleva un sujetador con relleno. «Pero mi padre lo veía y decía que sí, que lo podíamos vender por catálogo y lo mandaríamos a las casas de la gente». En 1993, se decidieron. Empezaron con una tienda en la calle Feria de Sevilla, «haciéndolo lo mejor que podíamos, siendo locos, y en un nicho muy pequeño. Pero él venía de Alemania y ya conocía internet y en 1994 le dijo a mi madre por qué no ponemos una página web en internet». Fueron a pedir un préstamo (la página costaba un millón y medio de pesetas), el banco les dijo que aquello era una moda pasajera, y no iba a funcionar y se lo negó. Pero nada le frenó y en 1994 lanzó la página web. «Somos la más antigua de Andalucía y una de las más antiguas de España». Y a partir de ahí la gente empezó a conocerlos fuera y a crecer. Hoy el 70% sale de las fronteras nacionales y, pese a contar con una tienda en Sevilla, es el comercio electrónico su base. «El 95% es venta por internet».
Cortejaron el mercado femenino, pero no funcionó. «La mujer usa tacón, mucho más femenino que una cuña. Y por cada zapato que se compra el hombre, la mujer compra 7 porque los combina con bolso y cinturón, mientras la moda de caballero casi no cambia». El perfil de sus clientes es el de un hombre de 30-55 años, ingresos medio-altos y que vive en ciudades. También es reseñable el encargo para bodas. «Las novias piden que ese día se note que él es más alto». Y sus ventas son fuertes «dentro del mundo homosexual, que no tiene problema en comentarlo y recomendarlo», y para quienes sufren dismetría (discrepancia en longitud de extremidades) porque, insiste, «nuestros artículos no solo están ligados a la altura». Como anécdota, en Dinamarca y Alemania, con alturas medias de sus habitantes de las más elevadas del mundo, tienen una cartera muy importante de clientes. Este año están de aniversario: tres décadas en las que no han parado de «cometer locuras», pese a que la pandemia les provocó una caída de facturación a 600.000, pero se levantaron y están en el millón de euros anuales. Escribió un libro: '¿Cómo montar una tienda 'online'?' y continúa ideando su participación en acciones solidarias y formativas. Porque les queda mucho camino por recorrer.
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