Asturias cerró el año con el IPC en el 2,9%, pero con la cesta de la compra aún presionando a las familias

La moderación del IPC es un hecho. Y la de los precios de los alimentos, también. Nada que ver con hace doce meses, cuando su inflación estaba en un 15,4%. Ahora ha caído ocho puntos (8,3, exactamente) hasta situarse en un 7,1%. Eso sí, sigue siendo la más alta de todos los grupos que desglosa el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y eso que durante todo el ejercicio los consumidores han contado con medidas de apoyo como la rebaja del IVA de algunos alimentos básicos. Pero ni con esas.

La cesta de la compra sigue presionando los bolsillos de las familias. Uno de los más afectados, el aceite, ha sido el gran quebradero de cabeza este año, con subidas imparables que han disparado el precio del litro en los lineales de los supermercados por encima de los ocho euros. De hecho, de las 199 subclases de productos del IPC, un total de 162 subieron, lideradas por el aceite de oliva, con una escalada del 54,6%. Eso, si se tiene en cuenta solo la comparativa entre diciembre de 2022 y diciembre de 2023. Si se estira más el plazo, desde enero de 2021, la subida del aceite ha sido espectacular, del 165,5%, según datos recopilados por el INE.

En este punto, y en el marco de la negociación para sacar adelante el último plan anticrisis que incluye la rebaja del IVA a alimentos básicos, el PSOE pactó con Junts la supresión total del gravamen del aceite hasta el 30 de junio, al que hasta ahora, y desde el 1 de enero de 2023, se aplicaba el reducido del 5% (desde el 10% anterior).

La moderación, según el INE, estriba en que los precios de la leche, los huevos, el queso, el pan, los cereales y la carne subieron menos que en diciembre de 2022. Y que los de las legumbres y hortalizas bajaron frente al aumento registrado en 2022.

Asturias, con el quinto dato más bajo del IPC del país (donde el promedio se situó en un 3,1%; esto es, dos décimas por encima de la cifra regional), registró aumentos en todos los grupos, salvo en el referente a la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles, que anotaron un descenso del 6,6%.

En cambio, después de los alimentos, donde más aumentó la inflación en el Principado fue en los precios de los restaurantes y hoteles (5,1%) y en otros bienes y servicios (5,1%), seguido del transporte (4,8%), las bebidas alcohólicas y el tabaco (3,7%), la enseñanza (3,2%), las comunicaciones (2,9%) y el ocio y la cultura (2,5%). Menor fue el incremento registrado por el vestido y el calzado (0,9%), los muebles y artículos para el hogar (0,8%) y la sanidad (0,7%).

Con este telón de fondo, el IPC general termina el año casi a la mitad de como lo comenzó, gracias también al buen comportamiento de la electricidad. La tasa subyacente -que no incluye alimentos frescos ni productos energéticos- también cae a niveles del inicio de la guerra de Ucrania, hasta el 3,8%.

En un momento en el que toca negociar convenios -en Asturias, el del metal (con 27.000 trabajadores); el de compraventa y reparación de automóviles, con 7.000; el de Transporte por Carretera (5.900) y el Minoristas de Alimentación, con 4.500), CC OO considera «clave» trasladar los compromisos adquiridos en la negociación colectiva, que recoge subidas salariales del 4% para 2023; del 3% para 2024 y del 3% para 2025, así como una cláusula de revisión salarial de hasta el 1% anual en el caso de que la inflación supere estas subidas.

Estima el sindicato que «hay margen para subir los salarios, puesto que las empresas están obteniendo un margen de beneficios de un 53% superior que antes de la pandemia y un aumento de la productividad». Hasta el 31 de diciembre, «97 convenios de los que se negocian en Asturias, que alcanzan a 143.204 trabajadores en 21.433 empresas, habían registrado revisiones salariales para 2023. Recogen una subida media del 3,11%, el mayor desde 2008».