Instalaciones de Arcelor en Gijón

Arcelor produce sin una idea clara de sus costes por los retrasos de la UE en los derechos CO2

El grupo aún no conoce las reglas de asignación de emisiones para 2021, que se prevén negativas, mientras el precio se dispara

Martes, 27 de abril 2021, 21:10

Han pasado ya casi cuatro meses del año 2021 y las grandes plantas industriales asturianas aún no saben con qué reglas juegan. La fase IV del mercado de derechos de emisión de la UE ya está en marcha, pero las factorías no conocen ... ni siquiera las reglas de asignación que se utilizarán en este ejercicio, lo que complica cualquier previsión que puedan realizar y también su recuperación de los efectos de la pandemia. Todo se complica aún más porque este hecho se produce en plena escalada del precio del CO2, que marca récords debido a la entrada en una fase más restrictiva y al efecto de la especulación, que ve un negocio en este instrumento creado por la Unión Europea para empujar a las plantas a reducir sus emisiones.

Publicidad

El caso de Arcelor es paradigmático. La multinacional siderúrgica esperaba conocer este mes cuáles serán esas reglas con las que se asignen los derechos de emisión hasta 2025, pero ya prevé que las noticias no serán positivas. Por un lado, porque esta fase quiere impulsar definitivamente un mecanismo que, hasta ahora, no ha funcionado especialmente bien, por lo que acelera la reducción de los derechos gratuitos que corresponden a cada instalación. Y, por otro, porque para asignarlos se toma como referencia la producción en los dos últimos años. Se da la circunstancia de que, en el caso de la multinacional siderúrgica, fueron dos ejercicios marcados por la crisis, por la aplicación de expedientes de regulación y por una actividad al ralentí. Esto implicaría que las asignaciones de derechos gratuitos se reducirían doblemente, por un lado por la entrada en esa fase más restrictiva del mercado y, por otro, porque se corresponderían con cifras de producción anormalmente bajas.

No obstante, en este segundo caso se espera que la Unión Europea contemple algún tipo de corrección, sobre todo porque en nada se parece la actividad de las factorías asturianas en este inicio de 2021 con la de 2020, marcada por la pandemia, o incluso con la de 2019, un año en el que la siderurgia europea estuvo sumida ya en una profunda crisis.

El mercado de derechos

Autorización de emisión. Permiso otorgado a una instalación afectada por el régimen de comercio de derechos de emisión, que la autoriza a emitir gases a la atmósfera. No se puede comprar ni vender.

Derecho de emisiones. Es el derecho a emitir, desde una instalación afectada por este régimen, una determinada cantidad de gases a la atmósfera. El derecho de emisión es transferible: se puede comprar o vender.

Techo de emisiones. Es el volumen total de derechos de emisión que se ponen en circulación. Determina el objetivo medioambiental, y da valor económico al derecho de emisión al crear escasez y cada vez se reduce más.

Asignación de derechos. Mecanismo por el que se reparten los derechos de emisión entre las instalaciones afectadas. Puede hacerse de forma gratuita, mediante subasta, etc.

Hay otro temor en el medio plazo: la retirada total de los derechos de asignación gratuitos. Aunque el Parlamento Europeo votó en contra de ello, esta posibilidad está sobre la mesa en el proyecto para crear un ajuste en frontera para el carbono. Esta medida se plantea como algún tipo de tasa aduanera, un impuesto o una compensación que pagarían las empresas extranjeras por el sobrecoste que asume la industria europea en el mercado de derechos de emisión con respecto a sus competidores extracomunitarios. En principio, de aplicarse correctamente corregiría la distorsión en el mercado comunitario que generan los productos que se importan de países sin esas restricciones medioambientales, por lo que una parte de la UniónEuropea apuesta por retirar los derechos de asignación gratuitos. El problema, denuncia la industria, es que dejarían de poder exportar, porque fuera de Europa sus productos no serían competitivos en absoluto.

Publicidad

Y en este contexto, el precio del CO2 marca cifras de récord mes tras mes. En abril, la tonelada está rondando los 44 euros, cuando en marzo fue de 40,87, en febrero de 37,89 y en enero de 33,43. Hace un año, era menos de la mitad, 20 euros, y hace cinco, de 5,69.

La multinacional reconoce que para producir una tonelada de acero emite alrededor de 1,75 de CO2. Así, de eliminarse los derechos de emisión gratuitos la factura por el CO2 de las plantas asturianas rondaría los 350 millones de euros anuales, a razón de una producción de 4,5 millones de toneladas. Un sobrecoste tan brutal dejaría fuera del mercado el acero asturiano. De hecho, Arcelor ya ha desviado pedidos a la acería eléctrica de Sestao porque las emisiones en Asturias restan competitividad a las factorías de la región.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad